PREOCUPADOS POLO MEDIO AMBIENTE

Como somos xente con conciencia medioambiental nos preocupan as novas que aparecen case a diario sobre posibles ataques ao medio natural....estas son dúas destacables:

Gas Natural, fuera de Doñana!

© Rolando Gil / Greenpeace

El proyecto de extracción y almacenamiento de gas dentro del Espacio Natural de Doñana amenaza su supervivencia. ¡Estamos a tiempo de pararlo!

Doñana es una de las joyas de nuestro país. Protegida desde 1969 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga especies como el amenazado lince ibérico, el águila imperial o la cigüeña negra. Además, seis millones de aves paran en Doñana cada año en sus épicas migraciones entre Europa y África. Dunas, marismas y grandes extensiones de bosque y matorral conforman un conjunto de ecosistemas único.

El proyecto de Gas Natural autorizado por el Gobierno central dentro del Espacio Natural de Doñana pone en riesgo la biodiversidad y el futuro de este espacio protegido. Y viene precedido por casos como el de la Plataforma Castor, creada también para almacenar gas y que produjo más de 500 terremotos y una indemnización con dinero público a la compañía de casi 1.400 millones de euros. Además, supone seguir apostando por un modelo energético basado en combustibles fósiles que alimentan el cambio climático.

Desde Greenpeace nos oponemos a esta búsqueda a toda costa de hidrocarburos y más si supone perforar en espacios protegidos de alto valor como es el Parque Nacional de Doñana. Por eso vamos a hacer lo que sea necesario para detener las prospecciones y exigir el cambio a un nuevo modelo basado 100% en energías renovables.

 

Esta flecha señala uno de los mayores peligros de nuestro país

Antes de que amaneciese, nuestros activistas se ponían ya en marcha. Equipados con pancartas y chalecos salvavidas, se subían a los botes para comenzar con una vistosa acción de denuncia. Conforme avanzaba el día, los rayos de sol comenzaban a iluminar una enorme flecha gigante de 500 m2 que señalaba uno de los mayores peligros de nuestro país: la central de Almaraz, en Cáceres, que en 2020 cumplirá 40 años de vida operativa. Todo con el objetivo de denunciar el peligro invisible que supone la energía nuclear y especialmente con centrales tan antiguas como esta.

Almaraz ha tenido varios sucesos relacionados con su seguridad en los últimos años, y ha suspendido en ocho puntos destacados de las pruebas de estrés realizadas tras la catástrofe de Fukushima. Por eso nuestros activistas se han trasladado al embalse de Arrocampo, junto a la central nuclear, para hacer visible un claro mensaje: después de Garoña, Almaraz debe ser la siguiente en ser clausurada.

La instalación es propiedad de Iberdrola (52%), Endesa (36%) y Gas Natural Fenosa (11%) y en 2020 caducará su actual licencia de funcionamiento, lo que supone una oportunidad para que el Gobierno dé un paso hacia el desmantelamiento de la red nuclear en España evitando conceder una nueva licencia. Ahora ya no tiene excusas para no hacerlo. Es necesario que el gobierno tome la decisión de no expedir nuevas licencias de explotación nuclear, lo que supondría una oportunidad económica y social en tanto en cuanto resultaría, según el estudio elaborado por la  la consultora independiente Abay Analistas Económicos y Sociales, en la creación de unos 300.000 nuevos puestos de trabajo (de los que 100.000 corresponderían al desmantelamiento de las centrales y 200.000 a la instalación de nueva potencia renovable).

“El nuevo Gobierno, con el ministro de Industria al frente, no puede eludir la cuestión del cierre progresivo de las nucleares y debe hacerlo con urgencia”, ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace. "El reto no solo es cerrar las obsoletas instalaciones nucleares de manera ordenada para evitar riesgos mayores, sino asegurar la financiación para su desmantelamiento y la gestión de sus residuos radiactivos, porque sería vergonzoso dar más licencias para que las grandes eléctricas sigan ganando más y pagar de nuestro bolsillo el coste del desmantelamiento de sus nucleares y de sus residuos de por vida", ha añadido Montón.

Con tu ayuda lo conseguiremos. Con estas y otras acciones llevadas a cabo por Greenpeace, seguiremos presionando al Gobierno de la necesidad de avanzar hacia el abandono de la energía nuclear y la sustitución por energías renovables y sostenibles. Juntos podemos hacer que las centrales como Almaraz sean cosa del pasado y que se impulsen las energías del presente y del futuro: las energías renovables. ¡Ni una licencia más! ¡Compártelo!

 

 

 

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