Intervención en las dificultades de lectura y escritura
Tal y como sucede con las dificultades en el cálculo, de las que hablábamos en este artículo, las dificultades en la lectura y la escritura suponen una realidad que afecta a gran parte del alumnado de los centros. A veces, estas dificultades no impiden que el alumnado pueda ir realizando las tareas con normalidad, pero en otras ocasiones hacen que las actividades escolares supongan un esfuerzo tal que conducen al alumnado afectado a darse por vencido o a situaciones de gran cansancio.
Una propuesta inclusiva
La respuesta que los centros deben dar a la diversidad debe venir de la eliminación de las barreras de aprendizaje, y no de tratar de "curar" déficits. Una vez que detectamos la naturaleza de la dificultad, podemos diseñar la estrategia correspondiente.
Ejemplos
El primer ejemplo está destinado a proporcionar una práctica diaria de las palabras de uso más frecuente, para reducir el número de errores que se comente al escribirlas. Se puede usar en clase en cualquier curso de primaria. El juego ofrece una serie de palabras a las que les falta alguna letra, y el alumnado tiene que escoger cuál es la letra que falta. El juego va cada vez más rápido, y según se sube de nivel, se consigue una insignia.
El siguiente ejemplo está destinado al alumnado en las primeras etapas de la lectoescritura, cuando se está aprendiendo el nombre de las letras. Los personajes dicen una letra y hay que pinchar en la letra que se escucha.
Este otro juego interactivo permite practicar las sílabas más elementales a aquel alumnado que encuentra más dificultades. Se escucha una sílaba y hay que escoger la grafía correcta.
Estos tres ejemplos son juegos interactivos que se pueden utilizar tanto en el aula como en casa, destinados a la práctica repetitiva de cosas que se tienen que memorizar. El siguiente ejemplo va más allá. Es la propuesta de un proyecto de aula, o de centro, en el que el resultado final será la publicación de materiales: libros, blogs, wikis, etc. Se puede llamar, por ejemplo, "la fábrica de los libros". El eje central del proyecto es un panel "kan ban" organizado en tres secciones:
- IDEAS: en esta sección del panel se pegan ideas en bruto, según se conciben. Es ideal utilizar trocitos de papel, post-it o similar. Todas las ideas valen, no se juzgan. En cualquier momento libre entre otras tareas el alumnado se puede poner a elaborar alguna idea para esta sección. Puede ser una idea para un personaje, para un paisaje, para una historia... o lo que sea. Es el lugar de la creatividad.
- BORRADORES: esta es probablemente la sección más importante. En ella se redactarán algunas de las ideas de la sección anterior. Es importante comprender que esta es la parte más importante del proceso de redacción, y que los borradores deben ser reorganizados, corregidos, discutidos, ampliados, reducidos, ... Les hay que dedicar tiempo hasta que estén preparados para formar parte de un libro. La redacción de un borrador es una actividad ideal para la clase de lengua, aunque también podemos dedicar tiempo de ciencias sociales, por ejemplo, en caso de que algún borrador sea un texto que habla de historia, o de geografía... Los borradores tampoco se descartan. Siempre puede haber material sobre el que trabajar.
- MATERIALES FINALIZADOS: Cuando ya tenemos los borradores muy trabajados, podemos escoger uno para editarlo, preferentemente en el ordenador, seleccionando márgenes, posición del texto, tamaño de la fuente, posición de las imágenes, etc. En este punto sí que se deben establecer unos criterios que hay que cumplir: orden, estética, etc.
Es muy importante que mediante este proyecto cada alumna y cada alumno pueda escoger algo para hacer que lo motive. Las posibilidades son infinitas: dibujar, escribir, traducir, corregir... Incluso se podrían hacer canciones, vídeos, etc., a partir del material que vaia apareciendo en la sección de "ideas". Para que el proyecto brille, el tiemo dedicado en el aula debería ser organizado por cada participante, siempre con la supervisión de la persona tutora. Se busca también, desde la filosofía del diseño universal, que cualquiera pueda participar en los productos finales, sean cuales sean sus capacidades. No hay por que pedir a nadie nada más allá de su potencial.
Los materiales finales pueden ser difundidos, dependiendo de su naturaleza, en la página web del centro, impresos en papel, ... Se trata de lo que yo llamo un proyecto "estructural", que dura todo el curso y que sirve de tronco común en el que se pueden encajar otros proyectos. Por ejemplo, un proyecto de huerta escolar, en el que una de las actividades es elaborar un diario.
Además de este tipo de actividades de práctica, no se puede olvidar la importancia del hábito lector para el desarrollo de la competencia lingüística, tanto en general, como más en concreto en su parte escrita. Para ello, la idea clave es facilitar que surja el interés por leer, pero también asegurarse que existen oportunidades para hacerlo. Es esencial recordar que no podemos dejar caer en las familias y las casas la responsabilidad de la lectura. Esto se hace muy habitualmente, trasladando como deberes las lecturas.
Para lograrestos objetivos existen algunas estrategias contrastadas tanto por la investigación educativa como por la práctica. Una de ellas es asegurarse de que el alumnado dispone a su alcance de modelos de personas adultas que leen con frecuencia. Además, se ha demostrado (por ejemplo, Krashen), que proporcionar tanto libros como tiempos para la lectura libre por placer provoca un efecto positivo fuerte en el hábito lector del alumnado. Sin olvidar que estas lecturas deben ser libres, se pueden complementar con otras compartidas, en las que se diseñan actividades de motivación, de lectura individual, y de compartir lo leído.
