Historia

O xornal El Mundo ven de publicar hoxe unha extensa reseña sobre a realización dun filme sobre a figura da escritora que da nome ao noso centro, Sofía Casanova, a quen vemos á esquerda nunha foto de 1937.

A falla de recoñecemento á súa polifacética e azarosa figura é destacada no artigo que se recomenda. Artigo

La vida de esta escritora y periodista gallega, en un documental ¿Quién conoce a Sofía Casanova?

- Una da las primeras españolas corresponsales de guerra ha sido casi olvidada

- Saga TV indaga en la historia de esta periodista y escritora gallega

- Cubrió la Primera y la Segunda Guerra Mundial y la revolución bolchevique

- Sus ideas hicieron de ella una persona 'politicamente incorrecta'

Montse Dopico | Santiago de Compostela Actualizado sábado 09/07/2011 12:33 hora

¿Quién conoce a Sofía Casanova?

¿Por qué a esta escritora gallega, que fue una de las primeras mujeres corresponsales de guerra de España, no se le reconoce en la Historia el lugar que le corresponde? Formular posibles respuestas a estas cuestiones es el objetivo del documental 'A maleta de Sofía', realizado por la productora Servicios Audiovisuais Galegos, SAGA TV. Dirigida por Marcos Gallego, la película indaga, a través de distintos testimonios, en la obra y la vida de Sofía Casanova, el año en el que se cumple el 150 aniversario de su nacimiento. El documental comienza con una encuesta en la calle, en la que nadie -aunque algunos entrevistados se aproximan, por intuición- acierta a explicar quién fue Sofía Casanova. Es una metáfora del olvido, o del quizás silencio que rodea su figura.

La Real Academia Galega le concedió en 1952 el título de académica de honra. La Universidad de Santiago guarda en su biblioteca más de 100 obras suyas o dedicadas a ella. El Consello da Cultura Galega incluye en su 'Álbum de Mulleres' una reseña sobre esta autora. El Concello de Melide le dedicó recientemente una calle y la Fundación Galiza Sempre la recordó en una exposición sobre la historia del feminismo gallego. Pero fue su biógrafa, Rosario Martínez (ex profesora del IES SOFÍA CASANOVA), quien por así decirlo la redescubrió, con un libro que publicó en 1999. Falta de visión histórica, en 1919.

El Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento (IEGPS) editó el año pasado las actas de un ciclo de conferencias que organizó con motivo de los cincuenta años del fallecimiento de la escritora. "No deja de ser un síntoma de falta de visión histórica, también por parte de instituciones creadas para mantener la memoria de las gentes y de la cultura gallegas, que escritoras como Sofía Casanova ocupen hoy un lugar tan pequeño en el recuerdo colectivo", escribe el director del IEGPS Eduardo Pardo de Guevara en este libro,'Vida e tempo de Sofía Casanova' (1861-1958)'.

Carmen de Burgos fue, por un breve período de tiempo, en 1909, enviada especial del 'Heraldo de Madrid' en la guerra de Marruecos. Pero Sofía Casanova ejerció como corresponsal con mayor continuidad y por más tiempo que su compañera y amiga: en la Primera y la Segunda Guerra Mundial y en la revolución bolchevique. Sus posicionamientos políticos, así como su condición de mujer, podrían ser la clave para explicar por qué su recuerdo no permaneció, como debería, en la memoria colectiva, en un país que, por otra parte, vivió hasta hace muy poco de espaldas a su propio pasado. Lo apunta la investigadora de la Universidad de Liverpool Kirsty Hooper en 'Vida e tempo de Sofía Casanova'. "Pese a su obra formidable y heterogénea, Casanova fue recordada durante décadas no como escritora e intelectual, sino como una figura exótica en la periferia de la cultura española y -peor aún- como un símbolo idealizado de la femineidad nacional-católica", sostiene. Y es que los golpistas la trajeron expresamente a Burgos en 1938 para servirse de su prestigio como corresponsal en favor del 'bando nacional'. Ella era una persona católica y conservadora que, pese a su simpatía inicial con la revolución rusa, se había convertido en una radical anticomunista. Casanova fue una periodista muy popular en su tiempo. Frecuentaba los círculos literarios, y escribió en el 'ABC' durante casi veinte años. Pero ni Alfonso Rojo ni Felipe Sahagún la mencionan, el primero en 'Reportero de guerra. La historia secreta de los corresponsales', y el segundo en 'El Mundo fue Noticia. Corresponsales de guerra españoles en el extranjero. La información internacional en España'.

Las dificultades por ser mujer escritora, en 1937.

 "Podría aventurarse que una de las razones por las que no se tuvo en cuenta durante muchos años el trabajo periodístico de Sofía Casanova fue precisamente el hecho de que su presencia en el Este de Europa estaba justificada por razones familiares, interpretándose que sus crónicas, en lugar de una actividad profesional, constituían un pasatiempo de una desocupada madre de familia", señala Olga Osorio en 'Vida e tempo de Sofía Casanova'. Tras pasar su infancia entre la aldea de Almeiras y la ciudad de A Coruña, hija de una familia de buena posición y de tradición militar, Sofía se trasladó, siendo adolescente, a Madrid. Sus dotes literarias y las relaciones sociales de sus parientes le abrieron las puertas de los salones de la alta sociedad y de la corte de Alfonso XII. Así conoció al que sería su marido, el polaco Wincenty Lutoslawski, que había viajado a Madrid para estudiar el pesimismo en la poesía española. La inteligencia, sensibilidad y cultura de Sofía, además de su físico, atrajeron a este intelectual polaco, que vio en su rápida inclinación hacia la escritora "una llamada del destino que le predestinaba a ser padre del libertador de Polonia", tal como explica Rosario Martínez en su obra 'Sofía Casanova. Mito y literatura'.

Tras lla boda, ella se mudó con él a Polonia, entonces desmembrada entre Rusia, Prusia y Austria. Desde Polonia fue testigo de los acontecimientos del frente oriental en la Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1915. Trabajó además como enfermera para la Cruz Roja. Pero el curso de la contienda la obliga a ella y a su familia a retirarse a Rusia, desde donde sigue informando. El foco de la actualidad periodística se traslada después a la revolución de 1917, y más tarde a la Segunda Guerra Mundial, en la que vive -y denuncia-, la ocupación nazi del territorio polaco. Una vida poco común La suya fue una vida poco común para una mujer de su época. Viajaba mucho, hablaba varios idiomas, y se relacionaba con los más importantes intelectuales. Visitaba Galicia periódicamente, donde tuvo amistad con miembros de la tertulia 'Cova Céltica'. En el documental de SAGA TV, la escritora y profesora María do Cebreiro comenta cómo la simpatía de Casanova con el nacionalismo polaco no se tradujo en una concepción similar del protonacionalismo gallego. No sólo la guerra alteró, por otra parte, su trayectoria vital. La relación con su marido, con el que no tuvo ningún descendiente varón, fue muy complicada. Terminaron separándose.

"Fue una escritora digna", opina el historiador Xosé Ramón Barreiro en el documental, "pero no una gran figura literaria de su tiempo. Lo más importante", -asegura-, "es que fue capaz de romper la coraza del matrimonio, fue capaz de liberarse, de darse cuenta de la opresión de la mujer". Aunque su relación con el feminismo es un tema controvertido. La profesora y cineasta Margarita Ledo señala en la película el peso del "esencialismo católico" de Sofía, y María do Cebreiro apunta que quizás su feminismo es "posibilista", adecuado en su discurso al público que la escuchaba. Sofía Casanova escribió hasta el final de sus días, casi ciega del todo. Y no todo fueron éxitos -fue nominada para el premio Nóbel, pero no lo consiguió finalmente- y abundancia en su vida. Vivió épocas de escasez económica. Tras el divorcio, y con tres hijas que alimentar, sus crónicas le ayudaron a salir adelante, junto con los ingresos de las rentas de las propiedades de su ex-marido en Drozdowo. Mantuvo la relación con sus parientes polacos, e incluso intentó ayudar a sus cuñados, acusados de contrarrevolucionarios, aprovechando su entrevista con Trotsky.

Una persona que 'sufrió mucho'

"Sufrió mucho, y la historia no la trató como merecía porque era politicamente incorrecta. En la guerra civil española fue traída por el bando golpista, e hizo trabajos propagandísticos, es cierto. Luego, cuando lo que hacían los nazis en Polonia, no se calló, porque no podía aceptar aquello. Y por eso en el periódico 'ABC' decidiron prescindir de sus servicios. Su ética periodística era de una altura inmensa. Y eso es parte de su grandeza", aseguró Marcos Gallego.

El proceso de preparación del largometraje fue difícil.

"Es una historia compleja, que exigió un trabajo profundo y exhaustivo, y un proceso de postproducción complicado. Lo que proponemos no es un documental clásico, biográfico. Es una película que juega con distintos ingredientes, con unas tramas a medio camino entre la narración documental y la ficción", señaló. En el ámbito audiovisual, la figura de Sofía Casanova había sido tratada también por J.A. Durán en 'Sofía Casanova. A dita e a traxedia de Europa: 1. O polaco'. Comba Campoy y Marcelo Martínez se encargaron, en 'A maleta de Sofía', de la adaptación, Mon Moares de las animaciones y Margarita Fernández interpreta a la propia Sofía. El guión es de Marcos Gallego y Gonzalo Velasco. En la ficha técnica figura la intervención de Rosario Martínez, Perfecto Conde, Margarita Ledo, María do Cebreiro, Marta Pérez, Xosé R. F. Figueiredo, Ramón Villares, Ramón Barreiro, Karol Meissner., Sofía Markinek, Jacek Jawoski y Viktoria Grygierzec. La película fue rodada en gallego, y Saga TV intentará conseguir financiación para dobrarla o subtitularla.

Tráiler da película

O centro foi inaugurado en 1967 como instituto feminino no seu actual emplazamento. Tres cursos antes iniciara a súa actividade nunha dependencia do entón instituto masculino, hoxe IES Conceción Arenal. Na década dos 80 foi transformado en centro mixto, mudando tamén o seu nome inicial de Camilo Alonso Vega polo da escritora galega Sofía Casanova.

Sofía Casanova

Sofía Casanova naceu na rúa San Andrés da Coruña o 30 de setembro de 1861. Durante moitos anos pensouse -ela tamén o cría- que o seu lugar de nacemento era Almeiras, incluso se descoñecía a data exacta do nacemento. O certo é que nos últimos anos os historiadores puideron dar coa partida de nacemento que aclara algúns dos aspectos máis escuros da súa biografía.

A propia Sofía cóntanos algúns aspectos da súa vida: "Son do sesenta e un. Foron os meus pais don Vicente Pérez Eguia, ourensán, e dona Rosa Casanova Estomper. O meu avó paterno foi don Vicente Pérez Losada e o materno Juan Bautista Casanova Plá Cancela, da nobre familia dos Plá Freire, os do romanceiro. O meu pai, amigo de Elduayen - e político poeta -, marchou a América e non voltou, e así fomos educados os meus dous irmáns e mais eu pola nosa nai e avós. Pasamos ata os meus trece anos en Armendeira e A Coruña, onde na célebre escola de dona Concha aprendín máis que do que hoxe se ensina nas modernas. Para a nosa educación decidiron a nosa nai e avós instalarnos en Madrid e a nosa educación foi o esmerada desde aquela".

A desaparición do pai foi un duro golpe emocional para Sofía. Esta situación de abandono levouna a utilizar soamente o apelido materno, intentando esquecer para sempre a figura do seu pai.

Durante a súa permanencia en Madrid viviu nun modesto e reducido piso. Aos poucos anos faleceron os seus avós maternos; eles introducírana no máis selecto da vila madrileña. A moza Sofía era afillada do Conde de Andino -Patricio Aguirre de Tejada-, coruñés de familia ferrolá, estreito colaborador de Alfonso XII, quen a presentou nos salóns do Marqués de Valmar, Campoamor e Núñez de Arce, onde se formou literariamente. Nestes anos comezou o seu labor poético; o seu talento e a súa forza declamativa son o motivo polo cal o Rei a convida a recitar na súa corte, custeándolle a publicación do seu primeiro libro titulado "Poesías". Sofía cos seus vinte anos era unha muller distinguida, culta, de ollos claros e cabelos loiros. A súa intelixencia, a súa personalidade e a súa beleza física convertérona nunha das figuras máis destacadas da vida literaria do momento.

En 1886 chegou a Madrid o escritor polaco Wincenty Lutoslawsky, quen estaba interesado en estudiar a melancolía na poesía española. A través de Campoamor púxose en contacto con Sofía, xa que esta sintetizaba na súa obra poética o que estaba buscando o escritor polaco.

Lotoslawki, que era da nobreza polaca, con grandes extensións de terras no seu país, quedou impactado coa cultura e a beleza de Sofía. Durante a segunda visita que lle realizou, segundo conta a escritora galega Rosario Martínez no seu libro "Galicia La Inefable", relata que: "A visita repetiuse ao día seguinte na que a galega agasallou ao polaco cun exemplar adicado de "Poesías". Na mesma páxina onde a moza escribiu a dedicatoria, Wincenty Lutoslawski- que así se chamaba o estranxeiro- levado dun impulso incontible escribiu estas liñas en polaco: "Ta kobieta Bedzie moja zona", é dicir: "Esta muller vai a ser a miña esposa", frase que Sofía non entendeu nin el lle traduciu naquel intre".

O conde polaco, inspirado pola lectura dos grandes escritores románticos do seu país e ante o seu espíritu patriótico -xa que hai que lembrar que Polonia estaba sometida polo Imperio Ruso-, cre verse reflectido na obra do poeta Mickiewick, o que nunha das escenas de "Dziady" puxera en boca dun persoeiro místico que o salvador de Polonia tería que nacer de nai estranxeira. O romántico Lotoslawski creu que a elexida estranxeira sería Sofía e por suposto que el sería o pai, que liberaría a Polonia da opresión do zar de Rusia.

Sofía quedou aturdida ante tal insólito amor declarado. O acoso do polaco, a intelixencia do mesmo, a súa bohemia romántica, levouna a aceptar a proposta de casamento. A voda celebrouse en Madrid o 19 de marzo de 1887, a partir desta data convértese oficialmente en Sofía Lustoslawska, súbdita do Zar de todas as Rusias. O seu casamento fortuito levouna a percorrer media Europa. Aos poucos meses viaxou co seu marido ata Polonia, onde a súa familia tiña un extenso latifundio ao carón do río Narew. Tras coñecer a súa familia política en Drozdowo, onde permaneceu varios meses, trasladouse a Tartu (Estonia). Alí naceu a súa primeira filla. Despois fixou a súa residencia en Moscú e naceu a súa segunda filla. Viviu en Londres, ata que se establece en Kazán, cidade da Tartaria rusa. Nesta cidade ten a súa terceira filla.

Na lonxana Rusia, chea de melancolía, escribiu en 1894 a nobela titulada "El doctor Wolski" posteriormente en poesía "Fugaces" (1898). En 1903 escribiu "Sobre el Valga helado". Estes foron os primeiros libros da súa producción literaria na fría e conflictiva Rusia de finais de século.

Coa morte da súa primeira filla, Sofía afundiuse nunha fonda depresión que a levou a trasladarse a Galiza. En 1896 establécese en Mera -Oleiros-, nunha casa coñecida como de "Casilda"; alí estivo case dous anos. A súa permanencia en Mera aproveitouna para contactar con outras personalidades, que por aqueles anos veraneaban nas praias de Oleiros. É de destacar a súa amizade con Dona Emilia Pardo Bazán, á que visitaba no seu Pazo de Meirás. Tamén
frecuentaba a Filomena Dato en Moruxo, ou a Fanny Garrido no Pazo de Lóngora. Quizais o máis destacado das súas relacións coa intelectualidade galega produciuse coa súa participación nas tertulias da Librería Regional de Eugenio Carré Aldao. As famosas reunións, tamén chamadas as tertulias da "Cova Céltica", estaban compostas polos intelectuais nacionalistas daquela época. Entre os máis distinguidos podemos nomear a Manuel Murguía, Sofía Casanova, quen xa se entregara de cheo á causa pola independencia polaca, agora sentíase atraída polas reivindicacións dos rexionalistas galegos. Polonia e Galiza tiñan problemas comúns a resolver, a súa identidade, o seu idioma, etc. Tanto ela como Lutoslawski, sintonizaron rapidamente cos integrantes desta tertulia coruñesa. A pesar da súa simpatía polos rexionalistas Sofía non puido realizar unha obra importante en galego, a maior parte dos seus traballos foron en lingua castelá.

Mentres Sofía e o seu marido residiron en Mera, a súa casa converteuse en lugar de encontro de distinguidos visitantes estranxeiros, moitos deles escritores polacos en visita a España. Lutoslawski aproveitou a tranquilidade da paisaxe galega para rematar a súa obra máis destacada sobre os diálogos de Platón, mentres Sofía compuxo o poema "Yadwiga" onde resalta o rencontro coa súa terra.

Nesta vila galega tivo a súa última filla. A busca do varón que non chegaba; a imposibilidade de ter ese fillo desexado que liberara Polonia, crearía un malestar na parella que acabaría pouco a pouco co matrimonio.

Coa chegada desta nova filla a familia Lutoslawski decidiu contratar a unha moza veciña, nai solteira de Cecebre, Josefa López Calvo. A xove deixou ao seu fillo pequeno cos seus avós e trasladouse con esta familia ao Imperio Ruso. Josefa que non sabía falar o castelán pasou de expresarse en galego a facelo en polaco. A moza de Cambre quedaba ligada de por vida á propia vida de Sofía Casanova. Máis que asistenta, converteuse en amiga e compañeira de desgracias. En idioma galego ambas as dúas coruñesas comentaban a diario os sucesos do mundo. Sofía e a súa familia establecérase na Galitzia polaca. Por aqueles anos a universidade desa rexión era un foco intelectual de gran envergadura. Os Lustoslawski cheos de carisma intelectual converteron o seu novo fogar en cita obrigada dos intelectuais da época. Os mércores realizábase na súa casa unha tertulia pola que desfilaban artistas, científicos, escritores e políticos. Sofía converteuse na gran embaixadora da cultura española nese rico mundo cultural polaco. Logo trasládase a Varsovia, onde se consuma a súa separación matrimonial. Coa ruptura co escritor polaco comezou unha serie de idas e voltas a Madrid, ata que se estableceu finalmente na capital do estado.

En Madrid contactou coa intelectualidade máis destacada do momento participando das tertulias dos galegos Basilio Álvarez, Alfredo Vicenti, Alberto Ínsua e o mozo Castelao. Durante a súa permanencia en Madrid cada vez que podía escapaba para Mera coas súas fillas. Nesta etapa publicou "Lo Eterno" 1907, "Más que amor" 1908, unha pequena nobela "Princesa del Amor Hermoso" 1909, que ilustraría Castelao. "El Pecado" e "El cancionero de la dicha" en 1911 e "Exóticas" en 1913. Durante eses anos deu unha conferencia no Ateneo de Madrid sobre a muller española no estranxeiro. Fundou e presidiu institucións sociais como o Comité Feminino de Hixiene Popular.

En 1914, ao pouco de estoupar a Primeira Guerra Mundial, Sofía regresa a Polonia. Alí quedaran fillos e netos. A sanguenta guerra desatada converte a Polonia nunha grande fronte de batalla. Sofía militante da causa do nacionalismo polaco púxose a disposición da súa segunda patria. Foi así como se incorporou á cruz vermella, a cal a destina a hospital de campaña da Estación do ferrocarril Varsovia-Viena. Nesta etapa da guerra o avance alemán era imparable, a capital corría o perigo de caer en mans dos xermanos. Por aquel hospital chegaban milleiros de feridos e moribundos, Sofía sacaba forzas do máis fondo do seu ser. Había que deter aos alemáns para logo independizar Polonia. A dor, o drama da guerra vivido de preto marcarana para sempre.

O xornal monárquico ABC, coñecedor de que Sofía se atopaba na propia fronte de batalla, nomeouna correspondente de guerra. Sofía Casanova convertíase deste xeito na segunda muller española correspondente de guerra. (A primeira foi Carmen de Burgos na guerra de Marrocos de 1909).

As apaixonantes crónicas da guerra conseguían clarexar o que estaba acontecendo neste tremendo conflicto mundial. Os seus artigos caracterizáronse pola súa clara toma de posición a favor dos polacos, ensinando a distinguir aos lectores que o polaco e o ruso eran cousas distintas, e que os polacos como pobo diferenciado anceiaban a súa independencia. Coa caída de Varsovia, Sofía foi unha das últimas en ser evacuadas. Malia o seu labor xornalístico non deixou por iso de colaborar cos comités polacos encargados de asistir á poboación na súa fuxida a outras zonas do interior de Rusia.

Trasladouse a Moscú onde compartiu coa súa familia a continuación da guerra, a fame e o frío. Despois trasladouse a San Petersburgo, onde continuou o seu labor xornalístico para ABC. En 1916 Rusia pasaba por momentos moi difíciles, a longa guerra dezmaba aos seus exércitos, a clase política estaba en proceso de descomposición. A finais deste ano foi asasinado Rasputín, símbolo da decadencia do zarismo. Toda esta situación dun país en crise dificultaba a regularidade da chegada das súas crónicas. As novas de Sofía chegaban tarde, mais a pesar diso non perdían vixencia. Namentres a guerra continuaba, os bolxeviques encabezados por Lenin organizaban a revolución que remataría coa toma dos Palacios de Inverno e a caída dos Zares. Sofía foi testemuña de excepción daqueles días que conmoveron ao mundo, -como dixera o outro célebre correspondente, o norteamericano John Reed- "seguía paso a paso todo o que acontecía tanto na fronte da guerra como na Duna. A corresponsal de ABC participou dos debates históricos entre os menxeviques e bolxeviques."

En medio dunha confusión internacional moi grande, Sofía Casanova intentou esclarecer aos lectores españoles o que estaba pasando neses días en que os bolxeviques tomaran o poder baixo a consigna de " Todo o poder para os Soviets".

A súa avidez por informar animouna para se entrevistar con León Troski, o cal era un dos líderes da revolución Rusa. Aquela mañá de intenso frío, acompañada pola súa asistenta "Pepa" de Cecebre, chegou ata o mesmo despacho de Troski, situado na sede do goberno popular -Instituto Smolny-; foi aí onde lle realizou unha longa entrevista que apareceu no xornal ABC.

Durante o proceso revolucionario os bolxeviques fusilaron a dous dos seus cuñados cos cales Sofía estaba moi encariñada, xa que os coñecía desde moi pequenos. O terror causado polos comunistas entre os burgueses polacos e coa familia Lutoslawski fixo que Sofía tomase partido contra a revolución de outubro. En 1918 o goberno español realizou xestións para que esta familia puidese trasladarse a Polonia, país este que despois da guerra pasou a ser recoñecido como estado independente. En 1919 Sofía consegue chegar ao estado español xunto á "Pepa" nun tren
militar. A súa chegada a Madrid foi celebrada polos sectores máis conservadores, os seus artigos sobre a guerra déronlle unha grande fama xornalística. Ao chegar á Coruña o recibimento foi extraordinario, as autoridades coruñesas acollérona como unha auténtica heroína. Así nos conta Sofía este paso por Galiza: "Ao vir a España milagreiramente a finais de 1919, cáseque cega e pobrísima, a miña patria acolleume amorosamente, e por subscrición popular foime agasallada a Grande Cruz da Beneficiencia que o Rei e o seu goberno me concederon".

A miña amada Coruña outorgoume un recibimento que me resucitou, e tamén en Vigo, Lugo, Caldas, Betanzos e Baiona, o meu pobo demostroume o seu cariño, ao cal correspondo con toda a miña alma.

Tales manifestacións de afecto repetíronse cando, catro anos despois, se solicitou para min o Premio Nobel de Literatura e cando se me outorgou a Grande Cruz de Alfonso XII".

Nestes anos escribiu "De la guerra" (1916), "De la Revolución Rusa en 1917" ou "La Revolución Rusa en 1917" (1917), "La Revolución bolchevista (Diario de un testigo)" (1920).

Sofía Casanova foi membro Correspondente da Real Academia Galega, sendo elevada o 16 de decembro de 1952 ao máis alto grao da Academia como Académico de Honor.

A súa residencia foi definitivamente Polonia. A Segunda Guerra Mundial e a posterior declaración da República Socialista de Polonia deixouna atrapada dentro dun sistema político ao cal ela combatera. Os seus últimos anos viviunos na casa da súa filla máis nova na cidade de Poznan, falecendo en 1958.

Sofía Casanova é a outra gran muller galega xunto a Rosalía, Concepción Arenal e a Condesa de Pardo Bazán. Sofía é a gran esquecida das catro. A súa obra literaria e a súa paixón humana ben valen un recoñecemento da historia.