Llevas más de medio siglo a las espaldas pero en tus ojos, algunos días, a media tarde, cuando el reloj hace sombra con tu libro y el café, se te inundan los ojos de primaveras ... Llevas a la espalda también varios cuerpos llenos de amor: Uno se enamoró de ti como un loco poeta y dejó de mirar a la luna cada vez que tú abrías los ojos ... Otras salieron de ti como salen los milagros, apretando fuerte los puños y cerrando los ojos, mientras tú abrías esas alas que no te caben en el pecho, y te amaron -te aman- incluso cuando vuelan lejos de tus brazos porque tú les enseñaste a vivir. ... |
Lo que quiero decir, mamá, es que mientras tú cumples años los demás cumplimos sueños contigo.
Verte reír es un atentado contra las lágrimas; verte vivir es saber que ninguna guerra llegará a nuestras trincheras. Verte, en definitiva, es aprender el amor y la vida.
No dejes de cumplir años, no dejes de cumplirnos, no dejes de vivir. No te vayas nunca, mamá.
Elvira Sastre (Segovia, 1992)
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