Yo también soy diferente de Martina Massana
A autora:
Martina Massana (Barcelona, 2005) é unha apaixonada da tecnoloxía e considera que nos pode axudar a solucionar distintos problemas que todos afrontamos no noso día a día. Con 16 anos, e para un traballo de investigación no instituto, creou un chatbot para combater o acoso escolar. Na actualidade está matriculada en 1º de Enxeñería de Datos e o seu propósito é seguir loitando para visibilizar o bullying e contribuír a erradicalo.
O libro:
O verán chegou ao seu final e iso significa que Sara empeza o primeiro ano de instituto. Está nerviosa. MOI nerviosa. Os cambios asústanlle e o medo a non encaixar é máis forte que a emoción por descubrir cousas novas. Porque ela é diferente. E sabe que as diferenzas non pasan desapercibidas. Pero, non somos todos un pouco diferentes?
A través da historia de Sara, profundaremos no significado do concepto DIFERENCIA e nas consecuencias que ten a ollos das novas xeracións. Que é ser diferente? Se todos somos diferentes nunha ou outra cousa... non é ser diferente algo normal? Deixemos de ver as diferencias como excusas para excluir e comecemos a usalas para construir. Un libro cheo de reflexións, conceptos e exercicios, para darnos conta do valor de ser DIFERENTE.
Un par de fragmentos:
¡Hola! Me llamo Martina y soy diferente. Diferente de ti, de esa persona que te acabas de cruzar por la calle, de la vecina de enfrente e incluso de mi mejor amiga del alma. Y es que ser distintos al resto es lo que nos hace especiales y únicos.
Yo nací y crecí en Barcelona y tuve una infancia un poco... peculiar. Desde bien pequeña sentí muy de cerca la sensación de «ser diferente», pues mi relación con el entorno y con el conocimiento no era como la de los otros niños y niñas de mi edad, pero tampoco entendía por qué. Al final, una serie de pruebas confirmaron que aprendía más rápido que el resto y fue como si hubiera recibido el titulo oficial de «cerebrito diferente a los demás». Entonces vino el gran cambio: pasé un curso y empecé a ir con compañeros un año mayor que yo. Y, de nuevo, me sentí diferente, pero esta vez porque me tuve que acostumbrar a estar con gente nueva con la que no había estado durante los años anteriores, gente que no conocía. Fue un cambio drástico, pero con mucho esfuerzo, aprendí a verlo como una oportunidad y lo aproveché de la mejor manera posible.
Estas experiencias me han hecho darme cuenta de que el sentimiento de la diferencia me ha acompañado toda mi infancia. De hecho, aún sigue presente ahora a mis diecisiete años y a lo mejor lo estará toda la vida. Pero eso, pese a que me ha comportado muchos momentos de inestabilidad, nunca me ha llevado a querer cambiar y dejar de ser como soy. Pasito a pasito, he ido desarrollando mi personalidad, reconociendo y aceptando esta diferencia; he ido evolucionando con ella, no por ella.
Hasta ahora, ¿te suena algo lo que digo? Porque me juego lo que quieras a que tú también te sientes o te has sentido distinto al resto en algún momento. Ser diferente es algo en lo que todos nos podemos reconocer, en unos aspectos u otros. Entonces, ¿podríamos decir que ser diferente es... lo normal? ¡Bum! Te acaba de explotar la mente, ¿verdad? Creo que no acabamos de entender el concepto de diferencia y esto nos lleva a malinterpretar situaciones y a tener reacciones inadecuadas. Y esto es justo lo que pretende explorar este libro.
Sé que es un tema muy complejo, pero es justamente porque nosotros, los humanos, también somos muy complejos.
Te invito a que me acompañes a través de las páginas de este libro y que, entre los dos, reflexionemos sobre lo que significa ser diferente y las consecuencias que puede conllevar serlo a los ojos de nuestra generación. Pensemos juntos qué está en nuestra mano para conseguir dar un giro de 180 grados y empezar a ver las diferencias de otra forma.
Quizá ahora te estés preguntando: «Pero ¿es necesario cambiar?». La respuesta es clara: sí, porque aún existe el bullying, que representa el lado más oscuro de cómo tratamos las diferencias.
Únete al reflejo de una visión que sirva como punto de referencia para generar un cambio de mirada en la sociedad y en nuestra generación. Dejemos de ver las diferencias como excusas para excluir y empecemos a usarlas para construir.
A VECES, LA PIEZA NECESARIA PARA COMPLETAR
EL ROMPECABEZAS ES LA QUE AL INICIO HABÍAMOS
CONSIDERADO MÁS IRRELEVANTE (pp. 5-7)
...Quince minutos después, lo que no encontraba era el llavero nuevo que había escogido para sus llaves de casa, pero se acercaba la hora de irse y ya no tenía más tiempo para buscarlo. Se convenció de que eso no tenía que condicionar su día, pero no pudo evitar pensar que ya empezaba todo mal.
Había quedado con su mejor amiga en la esquina de la calle para ir juntas hasta el instituto. Alicia y Sara se conocían desde pequeñas y, de hecho, ser vecinas les había ido de perlas para ir la una a casa de la otra casi todos los días de la semana. Ese año no les había tocado en la misma clase, pero Sara sabía que eso no haría que dejaran de ser amigas, era la persona en quien más confiaba. Al llegar al insti, se separaron para ir a sus respectivas aulas y Sara volvió a notar los nervios en el estómago; solo habían parado para digerir el desayuno.
Cuando llegó, ya había unas cuantas personas esperando frente a la puerta del aula y aprovechó para saludar a dos amigos que no veía desde que acabó el curso. Cuando se abrió la puerta, la gente empezó a entrar de manera tímida y fue escogiendo el sitio que más le apetecía. No fue hasta entonces, una vez posó su culo en la silla, que Sara pensó: «Estoy de verdad en primero de la ESO», y su alrededor definitivamente amplificó ese pensamiento. Mesas individuales, pizarra de tiza-al menos no tendría que hacer acrobacias como antes para escribir algo en la pizarra y que la tinta del rotulador bajara-, caras nuevas, peinados distintos, algún compañero que sí que reconocía de años pasados, pero un profesor que no había visto en su vida.
Como era de esperar, después de la introducción al curso del tutor, empezó la temida ronda de presentaciones. Para Sara, exponerse en público suponía un suplicio. Llegó su turno. «Allá vamos», se animó Sara mientras tragaba saliva... (pp. 30-31)
No xornal:
https://www.elcorreo.com/familias-bbk-family/herramienta-bullying-20230502203130-nt.html