Historias solidaras

Se acercaba San Valentín. Muy afanados, los alumnos de 6º B preparaban unas cajas decoradas para la ocasión con rojos y corazones en las que guardarían las tarjetas que habían realizado para sus compañeros. Llegó el día, las cajas, situadas encima del pupitre de cada niño esperaban la felicitación de uno o varios compañeros. Entraron los escolares nerviosos para ver su contenido. ¡Oh! Todos tenían por lo menos dos, (alguien pensó que para que nadie se quedara sin tarjeta haría dieciocho). Dos alumnos pasaron la noche cual duendes haciendo tarjetas. Aunque el corazón era el decorado estrella las ideas fluyeron muy originales; la postal con bombón confeccionado en forma de corazón creo que fue la triunfadora, aunque el toque emotivo lo pusieron dos compañeros; uno imprudentemente, descubrió para quien iba la postal dedicada a una amiga secreta... hubo enfado pero... ,  no sabiendo cómo disculparse le llenó la caja de coraones... Abrazos y alguna lágrima de emoción pusieron punto final a litigio entre dos amigos.

San Valentín despierta nuestros mejores sentimientos.