Tema

En la selección del tema de nuestra descripción, el enfoque que tenemos que adoptar es diferente según se trate de una persona, de un animal, de un objeto, de un lugar o paisaje.

Cuando observamos algo, ponemos los cinco sentidos en funcionamiento: vista, oído, olfato, gusto, tacto. A la hora de describir tenemos que tener en cuenta los detalles que percibimos a través de ellos.

Las personas, los animales y las cosas, además, nos producen una impresión: lo que nos gusta o disgusta, lo que nos recuerda, lo que imaginamos y pensamos.  Al hacer una descripción no solo tenemos en cuenta los datos sensitivos, sino también lo que pasa por nuestra cabeza y lo que sentimos.

Por otro lado, en algunas descripciones de ambientes (por ejemplo: la playa, un mercado,  una plaza, el monte) existirán personas, animales o cosas en movimiento.  Las descripciones son en general estáticas, es decir, como una fotografía. Es posible, sin embargo, en este caso, plantear una descripción dinámica, como si de una secuencia cinematográfica se tratase.

Además, si conocemos a la persona que queremos describir, entonces sabemos algo de ella: sus aficiones, su relación con la familia y el mundo en general, su actitud y comportamiento.

Debes seleccionar los detalles que te parezcan interesantes para tu redacción. Lo mejor es hacer una lista de todos ellos.

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