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Estilo y técnicas narrativas

Cervantes sigue el ideal humanista del Renacimiento y escribe con un estilo natural y equilibrado. No obstante, en la obra se combinan una gran variedad de estilos registros. Uno de los recursos de los que se vale Cervantes es la frecuente alternancia de la narración con el diálogo en estilo directo (sobre todo en la segunda parte). Los protagonistas hablan según su condición social. Don Quijote emplea el lenguaje anticuado y afectado propio de los libros de caballerías y, en ocasiones, se vale de un estilo culto y erudito. Por su parte, Sancho representa el habla popular, plagada de dichos y refranes.

En cuanto a las técnicas narrativas, destaca el juego de perspectivas y la sucesión de distintos narradores planteado por Cervantes:

  • Técnica del manuscrito encontrado. Con el objetivo de dotar a la narración de mayor verosimilitud, un narrador omnisciente, afirma que la mayor parte de la novela procede de una traducción del árabe escrita por un historiador moro llamado Cide Hamete Benengeli, convirtiendo a estos dos en autores ficticios de la novela.
  • Relatos intercalados. Dentro de la propia historia aparecen otras narradas por distintos personajes que van apareciendo. Se trata de un ejercicio metaliterario que le permite a Cervantes experimentar con diferentes géneros novelísticos: pastoril (La historia de Marcela y Grisóstomo) ; sentimental (La historia de Cardenio y Luscinda) o morisco (el capitán cautivo). 
  • Diálogos. El perspectivismo también se aprecia a través de los diálogos de los personajes que muestran en sus intervenciones una percepción distinta de la realidad.