CALX
Término con el que los latinos designan al talón. De ahí palabras como calcáneo o calcaño (<calcaneum) y calcañar. Coz (<calcem), “golpe dado con el talón”, o su parte equivalente en el animal, y cocear, “tirar coces, hollar”. Es posible incluso que el animal rebelde en cuestión sea una montura recalcitrante, “que insiste en sus faltas o errores”, de recalcitrar, “dar pasos hacia atrás con la intención de resistirse a algo.
Alcanzar tiene la misma raíz, pues procede de in-calcia-re, que sería algo así como “estar pisando los talones”, perseguir de cerca; tras alterar el prefijo, a-calciare terminó dando alcanzar. “estar a punto de tocar los pies de alguien” es alcanzarlo.
Calco significa “pisotear” y metafóricamente “despreciar”. Si decimos de alguien que es “calcado a su padre” queremos decir que es tan igual que parece una copia hecha por una prensa, haciendo presión. El mismo concepto subyace en recalcar una idea.
Las calcomanías son estampas conseguidas presionando un modelo previo en papel.
De calcare, en su acepción de “despreciar”, conservamos conculcar.
Del lugar donde pisamos surge la calzada. De calceus viene calzado. En la antigua Roma el calzado era de distinta hechura y color dependiendo de la condición social de la persona. La expresión calceos mutare pasó ya en latín a significar “cambiar de clase social”, en el sentido de ascender en la vida pública.
Las calzas era una prenda que cubría en un principio la pierna. Quien las llevaba iba calzado. De ahí el nombre de la orden de las Carmelitas Descalzas. Las monjas llevaban calzado, pero carecían de la protección de las piernas, las calzas.
Las “medias calzas” cubren sólo media pierna, hasta el pantalón, de ahí las medias, de cuyo diminutivo calcetas viene el término calcetines, que sólo cubren pie y talón.
Las calzas podían ser más amplias, de ahí los calzones, quien no los sabe llevar es un calzonazos o calzorras. Más tarde se recortaron dando lugar a los calzoncillos.
Se puede calzar u mueble con u calzo o cuña, y en el terreno de la jardinería podemos recalzar, es decir, “arrimar tierra al pie de los árboles o de las plantas”.
El toro calcetero es el que tiene las cuatro patas blancas.