La Xunta hace un balance positivo del curso escolar, donde la ventilación y el uso de la máscara fueron clave para contener la transmisión de la pandemia en las aulas

La Xunta de Galicia califica de positivo el desarrollo del curso escolar 20-21, luego de un análisis de las distintas variables y de los datos obtenidos, que confirman que las aulas no fueron vectores de contagio y que, además, la incidencia registrada fue prácticamente similar en todos los grupos de edad a pesar de estar sujetos a medias diferentes en función de las etapas.
Así pues, la ventilación y el uso de la máscara -que fueron comunes a todos los grupos- se confirman como las medidas más efectivas y eficaces en la prevención de la covid en los centros escolares, según explicó esta mañana el secretario general técnico de la Consellería de Cultura, Educación y Universidad, Manuel Vila, ante la Comisión 4ª del Parlamento.
En su intervención, Vila López hizo un balance del curso que acaba de finalizar, del que dijo que “pasará la historia como uno de los más difíciles”, al tiempo que se recordará como ejemplo de organización “y compromiso por parte de la comunidad educativa” con el cumplimiento estricto de los protocolos de manera ininterrumpida durante los casi diez meses lectivos.

La evidencia de los datos

El secretario general técnico de la Consellería se refirió a las medidas “que funcionaron” como los distintos protocolos, y hizo especial hincapié en las “evidencias” que muestran los datos recabados durante todo el curso en lo que alcanza a los grupos de edad.

En este sentido, destacó como “especialmente significativo” que el porcentaje de alumnado afectado por la covid “fue prácticamente la misma en todas las edades pese la que se implementaron distintas medidas en función de los niveles educativos y de los rangos de edad”, como fue la distancia de 1,5 metros en ESO, los grupos burbuja o las mamparas o desdobles en caso alguno. Subrayó que la ventilación y el uso de la máscara, no obligatoria aunque recomendable en Infantil, fueron las acciones más determinantes a la hora de contener la pandemia en las aulas, en la línea del que también se comprobó en el resto de la sociedad.

Las conjunción de las distintas medidas habilitadas por la Administración enfocadas a la contención de la transmisión fue clave para garantizar la presencialidad en los centros gallegos “a diferencia de otros sistemas educativos de España y del resto del mundo”, subrayó el secretario general técnico, que puso en valor el trabajo coordinado y la gobernanza “activa” a través del Comité Educativo -órgano asesor en temas educativos creado ex profeso en la situación de pandemia- , del diálogo con las organizaciones sindicales, anpas y equipos directivos de los centros, y la aportación de recursos materiales (fondo de reserva de garantía educativa o dispositivos electrónicos para todo lo que necesitara) y humanos (con el refuerzo del profesorado), con una inversión global de 162M€.

Aprendizajes que vinieron para quedarse

Manuel Vila también incidió en los aprendizajes de la pandemia “que vinieron para quedarse”, como la aceleración de la transformación digital que la Consellería tiene diseñada para los próximos años, o el Plan de Nueva Arquitectura Pedagógica, con un nuevo concepto de infraestructuras escolares al servicio de las nuevas demandas de futuro, tanto desde el punto de vista académico cómo sanitario o medioambiental.

En este contexto, el secretario general técnico avanzó que el departamento de Cultura y Educación del Gobierno gallego está ya trabajando de lleno en la organización del próximo curso escolar, preparando el protocolo general avalado por las autoridades sanitarias -que fijará las condiciones y normas de funcionamiento en función de la evolución de la pandemia- y diseñando la planificación de los recursos materiales y humanos que hagan falta, pese la que el Gobierno del Estado aún no concretó los fondos específicos con los que Galicia va a contar para la educación.