La Consellería lamenta que las declaraciones del equipo rectoral de la UDC se produzcan en medio de las negociaciones para mejorar su situación financiera

La UDC está creando un debate artificial que puede perjudicar la imagen pública de la propia universidad

La de A Coruña es la única del SUG que presenta algún problema con el reparto de los fondos estructurales

La Xunta no le debe cantidad alguna a la universidad con la mayor dependencia de las transferencias de dinero público

Mié, 01/07/2015 - 15:03

La Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria lamenta las declaraciones efectuadas por el rector y el equipo de gobierno de la Universidad de A Coruña (UDC) respeto de las causas de su situación financiera, estatus que, sin duda, se debe la una interpretación errónea de las reglas de juego, interpretación que no hizo ninguna de las otras dos universidades de Galicia que sí aplicaron correctas medidas organizativas y económicas.

La gravedad de las últimas afirmaciones formuladas ayer en Consejo de Gobierno por los responsables de la UDC, obligan la esta consellería a recordar que la Xunta de Galicia mantiene una actitud de colaboración con las tres universidades gallegas con el objeto de planificar y coordinar su actuación, para conseguir una docencia e investigación de calidad.

Actitud dialogante vs. comparo

En esa línea, como siempre, la Consellería de Hacienda y la Consellería de Cultura y Educación celebraron distintas reuniones con representantes de la UDC para ayudar a encontrar soluciones a sus problemas, en distintos campos: plan de ajuste presupuestario, acelerar lo reparto de los fondos estructurales, explorar vías bilaterales de financiación adicional o cofinanciar actuaciones de la UDC.

Justamente por eso, sorprende que la UDC realice declaraciones nos medios de comunicación que van en la línea contraria, como es la de crear un supuesto contencioso con la Xunta, tratando de hacerla responsable de sus problemas financieros.

Para esta consellería es la UDC la que está creando un debate artificial, y sobre todo, muy perjudicial para la imagen pública de la propia universidad. Las consecuencias serán inmediatas y muy difíciles de recuperar: peor captación de estudiantado, desconfianza de proveedores y pobre imagen de gestión. De hecho, su actuación está siendo divergente con las otras universidades públicas gallegas, que están haciendo políticas de ajuste de ingresos y gastos, como el resto de las administraciones públicas.

Suficiencia financiera y máxima autonomía

Por lo demás, y aunque el plan de financiación garantiza la suficiencia financiera de las universidades, como responsabilidad y competencia irrenunciable de la Comunidad Autónoma, ?eso no comporta la financiación absoluta y la demanda de las universidades?, segundo recoge textualmente la sentencia 324/2015 TSXG.

Hace falta recordar asimismo que la UDC tiene la máxima autonomía para desarrollar sus políticas: establecer planes estratégicos, contratar personal, establecer las líneas de investigación, formular ofertas académicas y obtener recursos públicos y privados. Pero la dicha autonomía implica responsabilidad. ES por eso que la evolución de las universidades es consecuencia de las políticas rectorales desenvueltas a lo largo de los años. Así, se observa en los diferentes informes nacionales que algunas universidades van ascendiendo en los diferentes rankings mientras que otras tienen una evolución negativa. Como es lógico, tanto en un caso como en otro, los responsables son los encargados de su gestión directa.

Fondos estructurales

En el que alcanza a los fondos estructurales del plan de financiación universitaria hace falta recordar que estos se reparten a través de cuatro partidas con unas reglas de funcionamiento conocidas y aceptadas por las tres universidades desde el año 2010. Por lo tanto, en ningún caso se le debe cantidad alguna a la UDC y, en el hipotético supuesto de que el TSXG había aceptado el contencioso pendiente, la Xunta no le tendría que transferir ningún fondo, sino que habría que detraelo del reparto hecho con las otras universidades.

La UDC es la única de las universidades gallegas que presenta algún problema con el reparto de los fondos estructurales. Cualquier discrepancia en estos años se debatió en el órgano legitimado en el plan de funcionamiento para resolverla: la Comisión de Seguimiento, donde están representadas las tres universidades. Y donde, por cierto, el criterio de interpretación del reparto de los fondos, hecho por la UDC, fue sistemáticamente rechazado por todos sus miembros, por lo que es de lamentar que aun después de judicializar al Sistema Universitario de Galicia (SUG), la UDC no espere ni por la decisión del alto tribunal e insista en alimentar un debate ficticio y estéril, cuando no perjudicial para los suyos propios intereses.

Gran dependencia de la Xunta

La UDC es la universidad que presenta una mayor dependencia de las transferencias de la Xunta de Galicia mientras las demás cada vez captan más recursos externos. En el último año con los presupuestos liquidados, el 2013, el 78,2% de sus ingresos provenían de la Xunta de Galicia. ES la tasa más alta de Galicia y no cesó de crecer en los últimos años (74,7% en el 2011).

Finalmente, la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria quiere recordar que la Xunta está realizando el mayor esfuerzo de la historia en apoyo de las universidades gallegas. Así el porcentaje que representan el dinero dedicado a las universidades respeto del total de recursos de que dispone la comunidad autónoma no cesó de crecer en tiempos de crisis, pasando del 4,1 en 2009 al 4,8% en 2014. Gracias a esos esfuerzos, el Plan de Financiación vigente en este quinquenio, fruto del diálogo y el consenso, fue estable y flexible. Y, en la actualidad, la Consellería está trabajando para que nos próximos cinco años se cuente con un plan semejante.