Skip to Content

"SCRIPTA MANENT"

Publicaciones de toda la comunidad educativa.

UNHA FUNERARIA CÓMICA

 

Saio dunha clase na que expliquei por que

Platón dicía que filosofar é prepararse para

COSAS

 

Estoy en una terraza. El camarero me trae una caña con una tapa de trocitos de pescado. Y el periódico del día.

Un gorrión sigue al camarero hasta mi mesa. Alza el pico desde el suelo solicitándome que le eche algo. Como soy muy amante de algunos animales y el gorrión es uno de ellos, le echo un trocito. Se pone a picotear convulsivamente. Al terminar con él, me vuelve a levantar el pico. Y repito.

ENGURRAS DESCOLOCADAS

Nun comentario neste mesmo blog afirmei que cando lía a Kant sentía ter a idade que teño, e cando lía a Nietzsche, a dun adolescente. E pedíalle a Magdalena, a miña interlocutora, que adiviñase a cal dos dous lle dedicaba máis lecturas. Magdalena contestoume que quedara tan desconcertada coa adiviña que levaba dous días sen durmir. A veces pensaba que lería a Kant, pola súa madurez, e a veces a Nietzsche, pola súa inexperiencia (tan evocada á miña idade).

PODEROSO CABALLERO

 

Es probable que se acuerden de una canción de Paco Ibáñez cuya letra es un conocido poema de Quevedo cuyo título es "Poderoso caballero es don dinero".

 

Pero quizás ignore que, siglos antes, el Arcipreste de Hita escribió otro en donde  se expone los muchos milagros que se logran con él.

 

CIORAN E O PROGRESO

 

EXTRAVAGANCIAS

 

Soy muy adicto a ellas, pues soy un extra-vago, y vago mentalmente por aquí y por allá (cuidado, no he dicho por Alá).

 

Empezaré precisamente por Alá, pues acabo de ver en la tele á sus seguidores que se arrodillan e inclinan continuamente. Supongo que rezan, todos ellos en una postura de sumo respeto. Me pregunto por qué no hay también mujeres.

 

LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN. CAP. V

 

 

¡TENTACIÓN!

 

No esperaba encontrarlo así...tan duro, tan caliente, casi pecaminoso. Me tentaba, me llamaba igual que un niño con hambre. Lo miré...parecía que me entendiera, que estábamos conectados en un idioma propio y extraño. Lo agarré con fuerza, suspiré, clavé con fuerza mi arma blanca en su piel... y empecé la jornada laboral, ja,ja,ja,ja,

¡LA INTENCIÓN!

 

Lo intenté de cien maneras distintas, pero no lo conseguí. Quise ser sensual y puse mi mano con toda la ternura posible sobre el aparato y ni así, me concentré en que me entrara bien, pero ni a la quinta... Ya no era excitación, era un cabreo del copón, porque a mi edad tener tanto tan cerca y no saber sacarle partido crea una sensación de impotencia muy grande.

¡SOLEDAD!

 

Háblale a mi soledad

dile cuánto te he extrañado

Distribuir contido


by Dr. Radut