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EXTRAVAGANCIAS

 

Soy muy adicto a ellas, pues soy un extra-vago, y vago mentalmente por aquí y por allá (cuidado, no he dicho por Alá).

 

Empezaré precisamente por Alá, pues acabo de ver en la tele á sus seguidores que se arrodillan e inclinan continuamente. Supongo que rezan, todos ellos en una postura de sumo respeto. Me pregunto por qué no hay también mujeres.

 

Y lo mismo los judíos, dándose coscorrones contra el mundo de las (claro) Lamentaciones, cosa que no hacen las judías.

 

En  nuestras iglesias hay de todo, posturas, gestos manuales, dicho lo cual en todos los ritos veo a la gente con aspecto no sé si de recogimiento o de mera costumbre, pero no veo exaltación  Quizás porque en esos actos se repite siempre lo mismo. Incluso entre los asistentes a misa he visto que se bosteza, y no digamos en la época en que se decía todo en latín.

 

Sea como sea, en los rostros de todo tipo de fieles se adivina o arrepentimiento o súplica o mera repetición de una costumbre.

 

En cambio, todo es entusiasmo entre los asistentes a un partido de fútbol: agitan los brazos, chillan, insultan (sobre todo al árbitro, que es quien oficia) .o animan. Y los futbolistas, cuando salen al campo, botan, se santiguan, acarician el césped, se abrazan. En definitiva, ahí sí que veo seguidores fervientes, incluso hirvientes.

 

Algo parecido se observa en los mítines políticos. Los asistentes parecen reverenciar al líder, le aplauden cualquier frase, incluso antes de terminarla o si ya la ha dicho dos o tres veces. En estos casos, observo que hay público delante del líder y detrás. Estos últimos, ¿por qué están más cerca? Como no encuentro otra explicación, supongo que es porque están más cerca de obtener un puesto en caso de triunfo.

 

En definitiva, saco la conclusión de que, para que haya verdadera convicción, no hay que contentarse, como se hace en aquellos ritos religiosos, con que se cumplan promesas para la otra vida, sino gozar lo que se pueda en ésta. Hay que alimentarse  de vivencias, no de creencias, digo yo. Pues no quiero imaginarme la frustración que se puede sentir si todas aquellas religiones fueran puro cuento, o, como se dice en latín, "Dios es verbo", pura palabra que ordena,  prohíbe y condena, con lo bonito que sería que la vida fuera paradisíaca.

 

¿He pensado una extravagancia? Bueno, lo dejo, que va a empezar el partido.

 

                                                                            EGO

 

 

 



story | by Dr. Radut