Uso de adverbios

Para expresar el modo podemos emplear adverbios o locuciones adverbiales con valor modal. Como recordarás, los adverbios son palabras invariables que pueden modificar al verbo, a un adjetivo o a otro adverbio. Que sean invariables significa que carecen de género, número,  persona, etc. Este es un dato muy importante porque te ayudará a distinguir cuándo una palabra es un adverbio, y cuándo no.

Como ejemplos de adverbios de modo, fíjate en los siguientes: adrede, aposta, así, bien, como, deprisa, despacio, mal, mejor, peor, tal.

A estos se suman casi todos los que acaban en -mente, que derivan de la forma en femenino de un adjetivo, por ejemplo: agilmente, conscientemente, inutilmente, lentamente, rapidamente (según las últimas normas ortográficas de la RAE, no es obligatorio conservar la tilde en este tipo de adverbios, cuando el adjetivo del que derivan lo lleva).  Este tipo de adverbios se emplean a veces seguidos, y cuando los queremos unir con una conjunción, solo añadimos el sufijo -mente al último: Las malas hierbas se apoderaron del jardín lenta pero incansablemente.

Sin embargo, no todos los adverbios acabados en -mente expresan modo. Algunas veces, un adverbio de este tipo puede aportar un significado de cantidad, y modifica a otro adverbio o a un adjetivo, intensificándolo: Lo hizo verdaderamente bien; es verdaderamente tonto. La modificación del adjetivo no tiene que ser necesariamente de cantidad. Por ejemplo, si decimos, al describir un sitio, que Era un lugar tristemente famoso, estamos diciendo que ese lugar es famoso, pero debido a características o acontecimientos poco agradables; sirve para indicar un punto de vista.

En cuanto a la locución un conjunto de palabras que funcionan como una sola palabra. En el caso de las locuciones adverbiales, existen de diverso tipo, según el valor que aporten. Entre las de valor modal están las siguientes, que seguro que conoces bien: a ciegas, a diestro y siniestro, a hurtadillas, a la buena de Dios, a la chita callando, a medias, a oscuras, a pies juntillas, a regañadientes, a sabiendas, a tientas, a tontas y a locas, al buen tuntún, de mala gana.