Hay que remontarse a 1948 para entender el contexto. Por aquel entonces, en Sudáfrica se instauró el apartheid, con el que se declaraba que el derecho al voto solo podía ejercerlo la población blanca, así como viajar libremente por el país, beneficiarse de una enorme brecha salarial frente a la comunidad negra que, a su vez, debía residir en zonas separadas.

Una segregación racial que propició la creación del CNA, del que Mandela era líder, como un movimiento político para defender los derechos de los negros sudafricanos. Pronto fueron ilegalizados, por lo que crearon una guerrilla que saboteaba edificios públicos, liderada, al mismo tiempo, por Nelson Mandela.

Por estos motivos fue arrestado en 1962 y posteriormente sometido al conocido como Juicio de Rivonia, donde le condenaron a sabotaje y cadena perpetua, entre otros cargos. Mandela pasó 27 años en prisión. El 20 de abril de 1964, el abogado presentó su discurso ante el Tribunal Superior de Pretoria:

COMO ES BASTANTE LARGO LO HE ACORTADO.

[….] Sudáfrica es el país más rico de África y podría ser uno de los países más ricos del mundo. Pero es una tierra de extremos y contrastes muy marcados. Los blancos disfrutan de lo que bien podía ser el nivel más alto de vida del mundo, mientras que los africanos viven en pobreza y miseria.

El 40% de los africanos viven sin esperanza en condiciones de pobreza inimaginables. Los más prósperos viven en Johannesburg, aun así su situación es desesperada. Las últimas cifras a 25 de Marzo de 1964 muestran que el 42,84% de las familias viven por debajo del umbral de la pobreza. En estos casos, la pobreza va de la mano de la malnutrición y de las enfermedades: Tuberculosis, gastrointeritis, escorbuto… traen la muerte y la destrucción de la salud.

La incidencia de la mortalidad infantil es una de las más altas del mundo. Según la oficina médica de Pretoria, la tuberculosis mata a 40 personas al día (casi todos africanos), y en 1961 hubo 58491 nuevos casos registrados.

Las enfermedades no solo destroza los órganos vitales sino que dan como resultado falta de inteligencia y de iniciativa y reduce el poder de concentración. Los efectos secundarios de tales condiciones afectan al conjunto de toda la comunidad y al rendimiento de los trabajadores.

El reproche de los africanos, ahora bien, es no solo que ellos son pobres y que los blancos son ricos, sino que las leyes, que están hechas por los blancos, están destinadas a preservar esta situación. Hay dos maneras de romper con la pobreza.

La primera es mediante una adecuada educación, y la segunda es adquirir una mayor profesionalidad de los propios trabajadores y de esta manera adquirir unos mayores salarios. Estas dos vías de salvación están deliberadamente cortadas por la legislación de los blancos.

El presente gobierno ha impedido siempre que los africanos adquieran una adecuada educación. Una de sus primeras medidas después de tomar el poder, el de eliminar todos los subsidios a las escuelas africanas. Muchos niños africanos que asistían a las escuelas dependían de estos subsidios. Este fue un acto cruel.

Existe la educación obligatoria para todos los blancos, y virtualmente sin coste alguno para sus padres, sean ricos o pobres. Las mismas condiciones no se adjudican a los niños africanos. A menudo, los niños africanos tienen que pagar más por su escolarización que los niños blancos.

El gobierno a menudo responde a estas críticas diciendo que los africanos de Sudáfrica son mejores económicamente que cualquiera de los otros habitantes del resto de África. Yo desconozco si esta afirmación es correcta o no. Pero aun siendo cierta, mientras los africanos estén concernidos, esto es irrelevante.

Nuestra queja no es que nosotros seamos pobres en comparación con la gente de otros países, sino que nosotros somos pobres en comparación con los blancos de nuestro propio país, y que esta situación está favorecida mediante legislación.

La ausencia de dignidad humana experimentada por los africanos es el resultado directo de la política de la supremacía blanca. La supremacía blanca implica la inferioridad de los negros. La legislación actual está designada a preservar dicha supremacía.

Por encima de todo, nosotros deseamos derechos políticos igualitarios, porque sin ellos, nuestras deficiencias serán permanentes. Sé que esto suena revolucionario para los blancos de este país, porque la mayoría de los votantes serán africanos. Esta es la razón por la que el hombre blanco teme a la democracia.

Esto es todo por lo que lucha el partido ANC. Su batalla es realmente una batalla nacional. Es una batalla de la gente africana, inspirada por sus propios sufrimientos y su propia experiencia. Es una batalla por el derecho a vivir.

He dedicado toda mi vida a la lucha del pueblo africano. He combatido la dominación blanca y he combatido la dominación negra. He acariciado el ideal de una sociedad democrática y libre, en la que todas las personas convivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir y que aspiro a alcanzar. Pero, si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir.”


Última modificación: sábado, 27 de abril de 2024, 15:11