EN TORNO A BACH, O VELLO PELUCA

Enviado por Anónimo o Dom, 10/04/2011 - 16:07
19/01/2011 11:00
19/01/2011 12:40
Etc/GMT+1

 

O  día 19 de xaneiro asistimos ao concerto da Real Filharmonía de Galicia: EN TORNO A BACH (Sinfonía da cantata BWV 174)

 En torno a Bach foi un concerto ofrecido pola orquestra Real Filharmonía de Galicia, dentro do ciclo de concertos didácticos do Auditoio de Galicia destinados aos centros de ensino galegos. O programa inclúe: a Sinfonía da Cantata BWV 174 – Ich liebe den Höchsten von ganzem Gemüte e a Obertura núm. 3 en Re maior BWV 1068. Este concerto está recomendado para o alumnado de 2º e 3º ESO.

 BACH, foi un dos mellores compositores do tódolos tempos, pois logrou unir música e lóxica nunha soa partitura. Viviu plenamente na época do Barroco, da que foi o seu maior representante.

 A música de Bach segue sendo tan actual como no momento en que se compuxo, por tratarse de composicións sólidas e intemporais, que puideron ser adaptadas sen problemas a numerosos estilos musicais: entre eles o jazzístico, a música brasileira, composicións contemporáneas…

 

 

 


 

[ Real Filharmonía de Galicia ]

 

[O director Maximino Zumalave]

 

 

O VELLO PELUCA... SEN PELUCA 

 

   

[ DISTINTAS IMAXES DE BACH]

 


[IMAXE DIXITALIZADA ]

 

Expertos digitalizan imagen de Johann Sebastian Bach

http://www.fayerwayer.com/2008/02/expertos-digitalizan-imagen-de-johann-sebastian-bach/

 

Para muchos, Johann Sebastian Bach es un hombre viejo con peluca. Pero al parecer, ese no era el verdadero Bach: Usando sus huesos y con la ayuda de la computación, expertos han recreado digitalmente el rostro del compositor alemán del siglo XVIII.

La nueva cara de Bach fue creada por la aclamada antropóloga forense Caroline Wilkinso y será expuesto en el museo Bachhaus en Alemania.

Los huesos de Bach fueron excavados en 1894 y esculptores de la época lo usaron para crear su imágen en 1908.

Pero fue en 1746 cuando el artista Elias Gottlob Haussmann lo inmortalizó en un retrato, fijándolo como el Bach que conocemos hasta hoy ayer.

Yo, por mi parte, seguiré disfrutando de los Conciertos de Brandeburgo y lo recordaré como un Ser Humano extraordinario que supo comunicar sus sentimientos mediante la música, no su aspecto físico.

 

Filmografía relacionada con Bach

 

Año

Película

Director

1968

Crónicas de Ana Magdalena Bach

Jean Marie Straub y Danièle Huillet

1980

Johann Sebastian Bachs vergebliche Reise in den Ruhm

Victor Vicas

1983

Johann Sebastian Bach

Lothar Bellag

1984

Ein Denkmal für Johann Sebastian

Peter Milinski

2003

Mi nombre es Bach

Dominique de Rivaz

2007

El silencio antes de Bach

Pere Portabella

 

 

 

A VIDA DE BACH 

 

http://eltamiz.com/2010/11/24/johann-sebastian-bach/

Aviso: Este artículo no es sólo mío. Tal vez conozcas Historia de un ignorante… ma non troppo, de Macluskey, la serie en la que nos deleita de vez en cuando con obras de música clásica analizadas de manera asequible para ignorantes como yo. Esta entrada repite fragmentos de su maravilloso artículo sobre la Toccata y Fuga en re menor de Bach, además del hecho de que mi renovado interés en Johann Sebastian se debe, básicamente, a ese artículo de Macluskey. Si no conoces la serie en general, y esta entrada en general, ¿a qué estás esperando, alma de cántaro? Posteriormente hablaremos de otra entrada más dedicada a una obra de Bach, también imprescindible, pero puedes empezar con ésa.

En cualquier caso, mientras que Mac es ignorante ma non troppo, yo soy ignorante troppissimo. La música, como las matemáticas, es cruel… yo las amo, y ellas me desprecian. Me emociono con ellas (y, en el caso de Bach, ambas se combinan para un mayor placer), y a veces veo un rasgo, una pincelada que comprendo en ellas… pero siempre acaban escapándose y no consigo entenderlas de verdad. ¡En fin! El caso es que en este artículo probablemente se digan barbaridades, y acepto gustoso las correcciones que quienes sabéis de música tengáis a bien hacer. Mi intención, como siempre en esta serie, no es dar una cantidad enorme de información, sino dar pinceladas y, si es posible, despertar en ti el gusanillo para que sigas aprendiendo de este asunto utilizando fuentes más doctas que ésta.

Dicho esto, vamos con el divino alemán.

Este futuro adicto a la cafeína nació en 1685 en Eisenach, en Turingia. Aunque, como veremos luego, su talento era extraordinario, su destino como músico estaba más o menos decidido desde su nacimiento, porque mamó música desde la cuna. Tanto su padre como varios de sus tíos eran músicos profesionales, y la familia Bach tenía una reputación considerable antes de que Johann Sebastian tocase una sola nota; posteriormente, claro, la fama del recién llegado eclipsaría a las de toda su familia, anterior y posterior, y hoy en día para referirnos a cualquier Bach menos a él hace falta decir el nombre de pila, mientras que Bach a secas sólo hay uno. Antes de que Johann Sebastian se convirtiera en el genio que resultaría ser, “el Bach” era su tío Johann Christoph, un organista muy famoso que murió cuando el joven Bach tenía sólo nueve años.

Aunque su padre, Johann Ambrosius, lo introdujo en el mundo de la música, la mayor influencia en la infancia de Bach se debió a su hermano mayor Johann Christoph (sí, el mismo nombre que el tío). Los dos padres de Bach murieron muy pronto y a los diez años era huérfano, con lo que su hermano se hizo cargo de él. Johann Christoph era maestro organista en la ciudad de Ohrdurf, también en Turingia, con lo que el chaval se convirtió en una especie de ayudante y aprendiz de su hermano: copiaba obras musicales e imagino que era “el becario” que hacía todo tipo de trabajos necesarios y aburridos, pero de paso aprendía rápidamente teoría y práctica musical en general, y del órgano en particular –aunque Johann Christoph también lo instruyó en otros instrumentos de teclado de la época–.

El mundo de Bach, a pesar de su hermano, se hubiera quedado bastante pequeño en Ohrdurf, pero a los catorce años recibió una beca y se mudó a Lüneburg (cerca de Hamburgo), donde entró a formar parte del coro de la Escuela de San Miguel y recibió la educación formal de la época; la Escuela de San Miguel era un colegio de mucho prestigio, al que acudían los hijos de muchos nobles alemanes. Bach tuvo, como consecuencia de estudiar allí, una educación exquisita, y aprendió varios idiomas, física, matemáticas, geografía, etc. Naturalmente, su formación musical avanzó mucho allí, aunque no sé si ya destacaba como intérprete de órgano y clavicordio o no.

Sospecho que, tan joven aún, sus habilidades no debían de ser demasiado impresionantes, porque tras salir de la escuela hizo las pruebas de organista en Sangerhausen… y no lo contrataron. Quien se convertiría en el compositor más importante del barroco –y, para algunos, el más brillante que ha existido nunca– entró a formar parte de la troupe musical de la corte del Duque de Weimar, en su natal Turingia. Una vez más, sus tareas seguramente fueron menores y “de becario” a sus 18 años. Sin embargo, aquí su talento ya debe de haber sido notable, pues tras sólo siete meses en Weimar, fue contratado como organista por la Iglesia de San Bonifacio en Arnstadt. Esta ciudad también está en Turingia y la familia de Bach era lo suficientemente influyente en la zona como para haber tenido un papel en esta contratación… pero no creo que hubieran elegido a Johann Sebastian si no hubiera sido un organista realmente bueno.

En esta primera época de su vida, Bach no permaneció demasiado tiempo en ningún puesto ni en ninguna ciudad. En Arnstadt sólo estuvo tres años, tras los que obtuvo un mejor puesto en Mühlhausen, donde se casó con una prima segunda, Maria Barbara. Tampoco duró mucho más de un año en Mühlhausen, y en 1708 volvió a Weimar otra vez, ¡a la corte del mismo Duque de Weimar de unos años antes! Pero ahora, con veintitrés años, Bach ya no es un mindundi: vuelve como maestro de conciertos y organista de la corte, con un gran número de músicos a su disposición y con un prestigio considerable. En Weimar compone una barbaridad de obras: antes, como había sido organista de iglesias, había escrito música mayoritariamente religiosa, pero ahora escribe mucha música sacra, de complejidad cada vez mayor, deleitándose sobre todo en la maravilla que es el contrapunto, del que hablaremos en un momento.

No estoy seguro de por qué, Bach acaba muy mal en Weimar. Tras la boda de la hermana del Príncipe Leopold de Anhalt-Köthen con el Duque de Weimar, Leopold echa el ojo a Bach –profesionalmente, se entiende–, y cuando el director musical de su corte se va, ofrece el puesto a Johann Sebastian. Bach acepta, pero parece ser que no sigue los procedimientos correctos al solicitar su baja, y el Duque de Weimar no se anda con chiquitas — Bach es arrestado y permanece detenido casi un mes. Finalmente, en 1718 consigue largarse y unirse a la corte de Leopold.

Durante esta época, Bach sigue componiendo mucha música no religiosa, porque Leopold era calvinista, y la tradición calvinista utilizaba música religiosa muy simple… demasiado simple para estimular a Bach. De modo que durante estos años compone, por ejemplo, los famosos Conciertos de Brandeburgo y varias obras de El clave bien temperado, del que hablaremos en un rato. Creativamente es una muy buena época para él, aunque personalmente no tanto, ya que su mujer muere. Naturalmente, un viudo en esa época no duraba mucho, y muy pronto se casa de nuevo, con una muchacha de dieciocho años –él tenía treinta y cinco–, con la que tendría una barbaridad de hijos.

Finalmente, en 1723 abandona a Leopold para asentarse en lo que será su hogar hasta su muerte en 1750: Leipzig, en Sajonia. Allí se convierte en Cantor de la Thomasschule, la Escuela de Santo Tomás, además de director musical de muchas iglesias de la ciudad y una verdadera personalidad. Allí es donde representa la Cantata del café en la que, humorísticamente, elogia la bebida que tanto le gustaba, y allí pasa los veintisiete años de vida que le restan.

 

Links de interés 

http://musicaloreto.wikispaces.com/Minueto+de+J.S.+Bach

http://eltamiz.com/2010/11/24/johann-sebastian-bach/

 


( categories: )