El tiempo hace mella en mí
me agota, no tener destino
no sé si ir y venir
o quedarme en el camino,
camino que lleve hacia ti
o que me aloje en el tiempo
juntos tenemos que ir
aunque nos arrastre el viento,
ese viento que sopla del norte
entre los arrecifes verdes
en la tibia arena de playa
y en los montes agrestes,
y ese viento ¡que calle!
que no me deja escuchar
dónde las rocas hablan
con las olas del mar,
el mar con sus profundas olas
y los hombres marineros
buscan al amanecer la suerte
y la luz de dos luceros,
uno que los guíe a casa
cuando agoniza el día
y otro que encienda la antorcha
donde vive su alegría.
Paki Espiño, 2019