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OLVIDO

Y no puedo recordar como entró esta pena, sólo sé que mi alma empezó a resquebrajarse y parte de mi humanidad se dió a la fuga, dejándome un dolor visceral e incompleto.

Viniste a mi cabeza y de nuevo el latir de tu corazón acompasó el mío y como te dije infinidad de veces, es ahí donde quería morir donde deseaba dejar mi último suspiro, sobre tu pecho medio adormecido, mas ni eso me legaste. De ti ahora no quiero flores ni besos, porque comprendí que eras tú... el cruel asesino que cortó mis alas por egoísmo, y me dejó a oscuras en la más triste de las soledades.

Mano Figueira.



story | by Dr. Radut