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DIETA

Supongo que hay miles y a cada persona le corresponde la apropiada a su estilo de vida y sus gustos. Hace tres años que con esto de la tranquilidad que da el amor (la felicidad engorda y yo lo corroboro) empecé a pasar de mis vaqueros ajustados a ponerme esas mallas adaptables a mis nuevas dimensiones, (miedo me daba sacarle un ojo a alguien con el botón del pantalón) que mientras estás de pie aguanta bien pero al sentarte y a medida que corta la respiración esa hebilla del cinturón que te clava a traición y amenaza con repartir tu barriga en trillizos y cuando empieza a ponerse morado el agujero del ombligo ahí te das cuenta que eres una terrorista con un arma improvisada y la falta de riego induce al chándal so pena de presidio. Pues bien, mentalizada me fui a un nutricionista que no te vende la moto, te educa el estómago.

La primera semana en párvulos tocaron las infusiones limpia organismos y oye tú, mi tránsito intestinal encontró un atajo directo de la boca a Don Roca, y creo que las cuarenta escaleras a los baños en la factoría tienen la culpa de que mis nalgas estén ahora más duras, en estas cuatro semanas he pasado por casi todo, pero eso... es otra historia.

Mano Figueira, 2019.



story | by Dr. Radut