Lingua Castelá e Literatura 2º E.S.O. - Mar

PALABRAS SINÓNIMAS

Palabras que tienen el mismo significado. Pueden ser:

• Sinónimos totales: siempre, en todos los contextos. Terminar y finalizar.

• Sinónimos parciales: en algunos contextos. Pesado e indigesto.

En los textos, la utiización de sinónimos sirve para no repetir la misma palabra siempre que nos referimos al mismo concepto. Su uso es un signo de riqueza léxica, mientras que las continuas repeticiones innecesarias manifiestan baja competencia lingüística.

PALABRAS ANTÓNIMAS

Palabras que significan lo contrario. Pueden ser:

• Complementarios (el significado de una palabra excluye el de la otra: verdadero/falso).

• Graduales (los significados de las palabras se sitúan en extremos de una gradación en la que pueden encontrarse términos intermedios: frío/caliente).

• Inversos o recíprocos ( la existencia de una palabra implica necesariamente la de su contrario: comprar/vender).

 EJERCICIOS

Sustituye las palabras subrayadas por un sinónimo para evitar las repeticiones:

Esta es la historia que el viejo Pedro solía contar siempre que Vania o Marusia se enfadaban. Esto no ocurría con frecuencia; pero de nada serviría pretender que no ocurriría nunca. Unas veces era Vania quien regañaba a Marusia y, otras veces, era Marusia quien regañaba a Vania. En ocasiones, había dos regañinas al tiempo. Y al viejo Pedro no le gutaban las regañinas en la cabaña, quienquiera que regañara.

Arthur Ransome, Cuentos rusos del abuelo Pedro (adaptación)

Forma los antónimos de estas palabras añadiéndoles uno de estos prefijos: a-, in/-im-/i-, des-, dis-, anti-, contra-.

	ANTÓNIMO		ANTÓNIMO
leal		catarral
par		espionaje
conformidad		paciente
unir		tensión
sintomático		continuo
útil		ejemplo

Sustituye el verbo decir por otros para evitar las repeticiones:

Cuando la abuela de Caperucita enfermó, esta fue a llevarle una cesta con comida; pero mientras atravesaba el bosque, un lobo se le acercó y le dijo:

– Capericita, ¿qué llevas en la cestita?

Y Caperucita le dijo:

– Llevo comida para mi abuelita, que está enferma.

El lobo, que era muy astuto, cogió un atajo para llegar a casa de la anciana y, después de encerrarla en un armario (o comérsela, según otras versiones), se metió en cama esperando a Caperucita.

Cuando la niña entró en la cabaña y se acercó a su abuela, la encontró algo rara, por lo que le dijo:

– Abuelita, ¡qué ojos tan grandes tienes!

– Son para abrazarte mejor, querida mía- le dijo el lobo.

Y Caperucita dijo:

– Abuelita, ¡ qué dientes tan largos tienes!

– ¡Son para comerte mejor!- dijo el lobo impaciente.