ROCOCÓ (pintura)
Sitio: | Aula Virtual do IES Afonso X O Sabio |
Curso: | 4ºESO 2014-2015 |
Libro: | ROCOCÓ (pintura) |
Impreso por: | Usuario convidado |
Data: | Domingo, 30 de Xuño de 2024, 17:26 |
Descrición
Comentarios obras de arte
A RAANDEIRA
Érase una vez un cortesano, cuyo nombre no desvelaremos (porque no sabemos cómo se llamaba), que le encargó un cuadro muy específico al pintor Gabriel François Doyen. En él debería aparecer su guapa amante balanceándose en un columpio, empujado por un obispo, mientras él le miraba las piernas y lo que tuviese a bien enseñar escondido entre la maleza. El artista tenía que mostrar, como mínimo, los tobillos de la dama, pero si se veía con ganas, podía subirle las faldas todo lo que quisiera. Doyen le contestó apurado: “yo no pinto cosas de esas” y le pasó el encargo a Fragonard, que no tuvo problema en representar la escena siguiendo todas las indicaciones, pero eso sí, cambiando al obispo por un señor maduro. Tampoco era plan de pasarse.
El columpio de Fragonard es una de las cumbres del Rococó francés y refleja a la perfección la mentalidad de esa época: la alegría de vivir, la despreocupación y una moral un tanto laxa.
La luz proviene de la esquina superior derecha y da de lleno en la chica y en su llamativo vestido rosa, dejando el resto de la composición en sombra. El señor maduro, que podría ser su marido, la empuja con tanto brío que una de sus chinelas ha salido despedida (striptease artístico que nos indica que no tardará mucho en quitarse el resto de la ropa). Las esculturas de cupidos del jardín parecen estar al tanto de las correrías de los amantes: los dos de atrás no acaban de creerse el atrevimiento de la dama y el de la izquierda le pide discreción llevándose el dedo a la boca. Mientras tanto, el joven cortesano, recostado entre los matorrales y rojo de calentura, observa las idas y venidas de su querida que amablemente abre las piernas frente a él. Mientras tanto el perrito, símbolo tradicional de la fidelidad, ladra desesperado.
El columpio con el asiento tapizado es el colmo de la elegancia, pero ya podían haberle puesto unas cuerdas un poco más finas (la chica va a acabar con las manos desolladas).
Fuente: http://www.elcuadrodeldia.com/post/92612907275/jean-honore-fragonard-el-columpio-1767-oleo
ANÁLISIS FORMAL
Los tres personajes del lienzo conforman un triángulo, cuyo interior se halla ocupado por la dama. Se establece un juego de miradas muy sugerente: del viejo a la dama, de ésta al galán y de éste a la joven. En este juego de complicidades participan los putti o angelitos escultóricos, que enmarcan y protegen el juego amoroso de la pareja. Los amantes quedan situados dentro de la zona oluminada por un foco de luz que surge de los árboles y que converge en la dama, mientras que el viejo queda en penumbra.
El movimiento hacia delante del columpio convierte la diversión de la dama en una actitud provocativa debido a su pie desnudo, que, con un gesto desvergonzado, ha lanzado al aire el zapato. La frondosidad del jardín enmarca este juego de complicidades, equívocos e insinuaciones en un escenario de luces y sombras muy apropiado.
La pincelada es rápida y pastosa, pero precisa en los detalles. Fragonard recurre a los tonos pastel característicos del siglo XVIII francés, en el que dominan gamas de verde y amarillo. En el cuadro resalta el rosa del cesito de la dama, que rompe la monotonía tonal y de los colores circundantes.
Fuente: http://elartedelovelylina.blogspot.com.es/2012/10/aprendamos-sobre-las-obras-maestras-el_16.html
EL GRAN CANAL
El gran canal, 1750. CANALETTO![http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d2/Grand_Canal,_Looking_Northeast_from_Palazo_Balbi_toward_the_Rialto_Bridge.jpg](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d2/Grand_Canal,_Looking_Northeast_from_Palazo_Balbi_toward_the_Rialto_Bridge.jpg)
Este lienzo muestra ya las características más notables del arte de Canaletto. La elección de un punto de vista elevado para el encuadre de la composición, la precisión con que se dibujan los edificios con todos sus detalles ornamentales y la minuciosa ejecución de los elementos que crean el ambiente son algunas de las aportaciones que Canaletto hizo al género.
Canaletto consigue buenos cromatismos y matices con los que nos transmite el colorido de las aguas, cuyo matiz verdoso contrasta con la gran masa azul con la que pinta el cielo.
Extraído de: http://www.museothyssen.org/thyssen/ficha_obra/453
Más información:
http://www.epdlp.com/pintor.php?id=204
http://www.educathyssen.org/capitulo_5_antonio_giovanni_canal_canaletto
SEÑOR Y SEÑORA ANDREWS
![](http://www.theartwolf.com/landscapes/images/1748%E2%80%93gainsborough-Mr-and-Mrs-Andrews.jpg)
Pinto retratos porque me pagan por ello, pinto paisajes porque me gusta hacerlo”
Thomas Gainsborough
Thomas Gainsborough, el mejor pintor inglés del siglo XVIII, pasó toda su vida dividido entre los paisajes y los retratos. Los primeros llenaban su alma, pero sólo los segundos llenaban sus bolsillos. Para solucionar tal disyuntiva recurrió en muchas ocasiones al retrato al aire libre, con los que conseguía dedicar gran parte de sus esfuerzos al paisaje asegurándose su fama entre los clientes de las clases altas.
“El señor y la señora Andrews”, pintado cuando el artista tenía apenas 22 años, es la primera obra maestra del artista. Gainsborough nos presenta a una acaudalada y joven pareja de Suffolk posando bajo un poderoso roble, acompañados por su perro de caza. Las figuras de los jóvenes esposos no ocupan el centro de la composición, sino que han sido desplazados hacia la izquierda, permitiendo al artista centrarse en la representación del paisaje.
El título de la obra dice que la pintura es un doble retrato. Cierto. Pero también podría titularse “Paisaje de Suffolk con dos personajes”. Quizás incluso “Paisaje de Suffolk con dos personajes superfluos”. Se dice que Gainsborough, a pesar de ser el pintor favorito de la aristocracia, no sentía ninguna simpatía hacia ellos, y esta pintura parece demostrarlo. La riqueza del vestido de la mujer, la pose deportiva del caballero no son comparables con el amor que Gainsborough demuestra hacia el paisaje de la campiña inglesa, sus campos de heno, su cambiante cielo de verano. Son los paisajes de Gainsborough, y no sus retratos, los que, en palabras del gran pintor John Constable, “hacen brotar lágrimas de emoción de nuestros ojos al contemplarlos”.
Fuente: http://mirararte.blogspot.com.es/2011/10/thomas-gainsborough.html
El señor y la señora Andrews, es uno de los cuadros más reconocidos del pintor Thomas Gainsborough. Esta obra está ejecutada mediante la técnica pictórica del óleo sobre lienzo y posee unas dimensiones de 69,8 centímetros de alto por 119,4 centímetros de ancho.
Fuente: http://mirararte.blogspot.com.es/2011/10/thomas-gainsborough.html