ARTE NEOCLÁSICO
5. MUERTE DE SÓCRATES
Tras el Juramento de los Horacios el estilo de David se ha consolidado hacia la gran pintura de historia que le hará famoso. Sus cuadros muestran historias ejemplarizantes llenas de virtudes morales y cívicas extraídas de textos latinos y griegos. En esta ocasión, David ha elegido el suicidio del filósofo sofista Sócrates, maestro de Platón. Para documentarse adecuadamente, David se hizo asesorar por un estudioso de la filosofía, el padre Adry. David modificó los textos originales de Platón, que describen minuciosamente la escena y los asistentes de la misma. El objetivo de David era simplificar la escena, eliminando algunos personajes, como la propia esposa de Sócrates, así como simbolizar en las figuras asistentes las reacciones y consecuencias del suicidio. La historia remite a la condena de Sócrates a beber veneno, por haber criticado la tiranía que Critias ejercía sobre Atenas. Los discípulos de Sócrates se muestran desesperados por la medida, y uno de ellos, Crito, le propone al filósofo la huída. Sin embargo, Sócrates, en medio de la agitación, la tristeza y el dolor, se muestra entero y con el brazo en alto explica a sus alumnos que el filósofo debe enfrentarse con entereza a cualquier circunstancia de la vida y entre ellas, la muerte, el acto final de todo ser humano. Esta lección de autodominio será tan sólo aprovechada por Platón, que aparece al pie de la cama. Platón era un hombre joven cuando Sócrates murió, pero David le ha pintado con la apariencia de un anciano que reflexiona aislado del resto de la historia, simbolizando la madurez y capacidad intelectual que hechos como estos otorgaron al joven filósofo griego, sucesor del sofismo de Sócrates.
Fuente: http://www.artehistoria.com/v2/obras/2997.htm