Caperucita Roja
Caperucita
El cazador
Mientras tanto eun cazador pasó por casa de la buelita para comprobar como estaba. Abrió la puerta y al entrar vio al lobo tumbado en la cama dormido.
El cazador sacó su cuchillo y rajó el vientre del lobo. La Abuelita y Caperucita estaban allí, ¡vivas!.
Para castigar al lobo malo, el cazador le llenó el vientre de piedras y luego lo volvió a cerrar. Cuando el lobo despertó de su pesado sueño, sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque próximo para beber. Como las piedras pesaban mucho, cayó en el estanque de cabeza y se ahogó.