6.2.1.- LAVADURA Y SECADO
Normalmente,
antes del secado, la madera es lavada mediante su inmersión prolongada en agua,
con objeto de extraer jugos diversos de la madera, tales como los taninos, que
se utilizan principalmente para curtir las piles.
El secado y la lavadura son
tratamientos de la madera, que tras eliminar el agua y la savia, queda
protegida del ataque de insectos, hongos, etc.
2.- SECADO NATURAL
Consiste
en almacenar los tableros apilados, protegidos de la acción directa de la
lluvia y el sol, de forma que queden espacios libres entre ellos por los que
pueda circular el aire. Esto favorece la evaporación y, con ello, la
eliminación de la humedad. El inconveniente de este procedimiento es que
resulta muy lento: puede durar meses e incluso años.
3.- SECADO ARTIFICIAL
Consiste en introducir a madera en grandes cámaras (secadores) en las que se inyectan corrientes de aire cálido y seco. Este sistema es mucho más rápido y eficaz que el natural; además, es posible regular el proceso para alcanzar el grado exacto de secado. En contrapartida, resulta más caro y requiere instalaciones especiales.