Se ha producido un descubrimiento que puede revolucionar el estudio de la literatura española: en los archivos de la Magna Biblioteca de nuestro IES se han encontrado, manuscritos y envueltos en papel cartoné, unos folios que corresponden a unos nuevos TRATADOS del libro anónimo "La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades". Por lo que se ha podido investigar, en estos últimos días, se ha llegado a la convicción de que el libro pudo ser escrito por varios autores, que quisieron mantenerse en el anonimato. Ahora, con este inesperado hallazgo, salen a la luz sus nombres. ¡Que la Inquisición los pille confesados!
Un tal David García Rodiño, quizás cristiano nuevo (el nombre judío no lo desmiente) afincado en tierras galaicas para mantener en secreto inconfensadas creencias, dejó escrito un tratado por el que sabemos que hubo conexión literaria entre Cervantes y Lázaro de Tormes. Abre la imagen.
Otra posible autora de la obra es una tal Lucía Paz Núñez. De confirmarse, sería una verdadera revolución en el mundo literario, pues indicaría que las mujeres formaron parte activa de la creación artística en la España del siglo XVI, como estaba sucediendo en Italia.
Esta mujer podría pertenecer a la familia noble de los Nuño (Núñez es, literalmente, "hija de Nuño"), afincados en el extremo noroeste de la Península, y que ocuparon vastas tierras dedicadas al cultivo de la vid (un miembro de esa familia introdujo la original idea de extrujar las uvas con los pies descalzos y sin lavar durante una semana). Si abrís este enlace (lucia) leeréis cómo Lázaro sirve a un adivinador que podría ser un moderno Rappel.
Un tal Sergio el Grande, o Sergio Grandis (de ambas formas aparece nombrado) escribió un tratado en el que se observa que ya en el XVI, para sobrevivirivir, era necesario el pluriempleo: un enterrador debe reciclarse para llevarse un trozo de pan a la boca. El autor, Sergio el Grande o Sergio Grandis, quizás provenga de una familia de hijosdalgo muy famosa del condado de Arousa. Pincha en la imagen:
En una caja escondida tras el Archivo Mayor de la Magna Biblioteca apareció un legajo firmado por una autora llamada Sofía Jueguen Solla, quizás de una familia oriunda de Bretaña y afincada en la costa noroeste de la Península. Hay autores que se arriesgan a interpretar el apellido Solla como proveniente de SOL (¿señal de un culto primitivo al astro?). En todo caso, en este inédito tratado se demuestra la relación entre Lázaro y el autor de La Celestina.
Después de rebuscar entre los legajos apolillados del Archivo Mayor, al fin apareció otro tratado firmado por Noel Buceta Santos. No es necesaria la sagacidad de un erudito para ver detrás de este nombre un apócrifo, quizás de un judío converso o de un moro aljamiado que, de forma irónica, adopta nombre y apellidos cristianizados. De cualquier forma, el tratado es interesante porque nos permite conocer de primera mano la vida de los juglares. Observamos, también, que antes de triunfar como pregonero, Lázaro moduló su voz recitando el Cantar de Mio Cid.