¡Buenos días, chicas y chicos!
En esta entrada de hoy me dirijo a vosotros para proponeros una actividad creativa, para alternar así con los ejercicios que os colgué en días pasados. Decía Eduardo Galeano que estamos hechos de historias (las que uno cuenta, las que uno escucha, las que uno recrea, las que uno multiplica, las que permiten transformar el pasado en presente y lo distante en cercano). Como yo también lo creo, y como pienso que crear mundos de ficción nos ayuda a recrearnos/conocernos a nosotros mismos, os animo a crear un relato propio siguiendo los siguientes pasos:
1. Leed pausadamente y elegid uno de los cuatro fragmentos que os propongo a continuación como INICIO, pues a partir de UNO de ellos debéis crear VUESTRO PROPIO RELATO:
a) No podía dormir. Él había guardado todos los sueños juntos, en una bolsa de supermercado, y la bolsa se había abierto y los sueños se habían escapado, y él ya no podía dormir porque no tenía ningún sueño que soñar. Eso decía. También decía que se le habían perdido dos días, un lunes y un martes, y él los buscaba, desesperado, y esos días no estaban en ningún lugar.
b) En un río muy grande, en un país desierto donde nunca había estado el hombre, vivían muchos yacarés. Eran más de cien o más de mil. Comían pescados, bichos que iban a tomar agua al río, pero sobre todo pescados. Dormían la siesta en la arena de la orilla, y a veces jugaban sobre el agua cuando había noches de luna. Todos vivían muy tranquilos y contentos. Pero una tarde, mientras dormían la siesta, un yacaré se despertó de golpe y levantó la cabeza porque creía haber sentido ruido. Prestó oídos y lejos, muy lejos, oyó efectivamente un ruido sordo y profundo. Entonces llamó al yacaré que dormía a su lado.
-¡Despiértate!-le dijo-. Hay peligro.
c) Era la primera vez que viajaba sola, pero no estaba asustada; por el contrario, me parecía una aventura agradable y excitante aquella profunda libertad de la noche. La sangre, después del viaje largo y cansado, me empezaba a circular en las piernas entumecidas y con una sonrisa de asombro miraba la gran Estación de Francia y los grupos que formaban entre las personas que estaban aguardando el expreso y los que llegábamos con tres horas de retraso.
d) Cuando una mañana, Gregor Samsa despertó de un sueño intranquilo, se encontró sobre la cama transformado en un insecto monstruoso. Yacía sobre su espalda, dura como un caparazón y, al levantar un poco la cabeza, vio su abombado abdomen pardo, cruzado por durezas en forma de arco, sobre el cual la manta, a punto de escurrirse por completo, apenas sí podía sostenerse. Sus numerosas patas, lastimosamente delgadas en comparación con el resto de su envergadura, se agitaban desvalidas ante sus ojos.
2. Tenéis absoluta libertad temática para continuar, como os parezca, estos inicios que os ofrezco. Cread todos los personajes que consideréis oportunos.
3. Os recomiendo anotar en un borrador, a modo de lluvia de ideas, todo lo que os sugiera el fragmento que habéis elegido. Una vez tengáis anotadas unas cuantas ideas, con calma, tratad de ordenarlas y darles forma de historia. Cuando lo hayáis hecho, es el momento de empezar a escribir.
4. No hay una extensión mínima ni máxima. Dejaos llevar por el gusto de crear universos de ficción.
No dudéis en plantearme cualquier duda escribiendo a mi correo: elenapv06@gmail.com. Si os parece, también podéis enviarme vuestras historias a medida que vayáis haciéndolas.
Aprovechad este tiempo para observar y reflexionar sobre lo que os rodea, valorar lo que a veces nos pasa desapercibido, leer mucho, disfrutar de buenas películas y, por qué no, ESCRIBIR.
¡Mucho ánimo!
Elena