Este es, junto con las filloas, uno de los postres por excelencia del carnaval en Galicia. Mi madre tenía antes una receta que le había pasado mi abuela. Estaban muy buenas pero, para mi gusto, las hacía demasiado gruesas.
A mí me gustan muy finas y crujientes, además, duran muchos días si se tapan con un paño.
Ahora mi madre las hace con esta receta y os puedo asegurar que NUNCA FALLAN:
Ingredientes
Elaboracion
Aclaraciones
Ingredientes
500 gr. de harina (o más)
3 huevos batidos
150 ml de leche templada
100 ml de mantequilla fundida, pero no caliente
25 ml. de anís
50 gr. de manteca de cerdo (a mí me la da mi madre)
Ralladura de limón
Sal
Elaboracion
Se mezcla todo (sin miedo!) en un bol amasando bien. Si hace falta más harina se añade. En casa de mi madre tiene un bol que lo tapan y sacuden para mezclar los ingredientes el principio, yo lo hago todo con las manos.
Se deja reposar de 30 a 45 min.
Estiramos la masa con ayuda de un rodillo sobre una superficie impregnada en aceite de girasol.
Se fríen en abundante aceite de girasol y manteca de cerdo.
Se ponen en una bandeja con papel absorbente y se espolvorean en azúcar, mejor lustre.
Aclaraciones:
- Cuanto más finas mejor, casi transperentes (es un decir). Quedan más crujientes.
- Freír mejor en aceite de girasol, pues el de oliva le da sabor. Si añadís un poco de manteca al aceite, mejor.
- El aceite debe estar muy caliente. Veréis con hinchan.
- Os hará falta ayuda a la hora de freír. Mientras uno estira otro fríe, en caso contrarío tendríais que estar retirando la sartén del fuego para que no se queme.
- Según se estiran, y para que no encojan, se llevan directamente a la sartén.